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Hasta el momento, las autoridades en el departamento de Santander confirman que ocho menores han resultado lesionados al manipular pólvora.
Por esa razón iniciarán los procesos sancionatorios hacia los padres de familia, debido a la falta de responsabilidad con sus hijos, sumado a que en Bucaramanga y Santander está prohibida la fabricación, venta y comercialización de estos elementos pirotécnicos.
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El secretario de Salud de Santander, Javier Villamizar, afirmó que en lo que va corrido de diciembre 15 personas han resultado quemadas con pólvora, de las cuales ocho son menores.
Estos últimos casos están distribuidos así: cuatro en Bucaramanga, dos en Aratoca, dos en Cimitarra, uno en Curití, uno en Mogotes, otro en Valle de San José y uno más en Cerrito.
Todos los casos son preocupantes, pero el más grave es el de un niño de nueve años quien perdió tres de dedos de su mano izquierda y tiene en riesgo uno de sus ojos, luego de que se le estallaran totes.
El funcionario enfatizó que todos los casos de los menores fueron remitidos al ICBF, para que la entidad establezca que acciones se adoptarán frente a estos hechos que no deberían presentarse.
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Lo más preocupante es que hasta el momento el número de personas quemadas con pólvora en Santander ya supera el 277 por ciento, con respecto a la misma temporada del año 2020.
Asimismo, se le hizo un nuevo llamado a la Policía para que refuerce los operativos en el área metropolitana de Bucaramanga y se eviten este tipo de hechos que entristecen la navidad de los santandereanos.
Mientras tanto, se mantendrán los operativos en la búsqueda de fábricas clandestinas, especialmente en zonas veredales de Girón y Floridablanca.
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