El contralor delegado para el sector Minas y Energía, Germán Castro, prendió las alertas frente a los riesgos financieros y de suministro energético que enfrenta el país de cara al año 2026. Dijo que le preocupa la acumulación de deudas por subsidios y la inestabilidad en la oferta de gas natural.
El funcionario explicó que, aunque el Gobierno Nacional logró ponerse al día con los pagos de subsidios correspondientes a 2024 y anticipó recursos durante los primeros meses de 2025, la situación volvió a deteriorarse en el segundo semestre de este año.
“Hoy, en noviembre, otra vez volvimos a acumular más de 2 billones de pesos en deudas por subsidios”, señaló Castro, advirtiendo que los prestadores de servicios públicos podrían enfrentar problemas de caja, dado que han debido financiar temporalmente estas obligaciones.
El registrador delegado también expresó su preocupación por el Presupuesto General de la Nación 2026, que según dijo solo alcanzaría para cubrir las deudas acumuladas este año, sin garantizar un flujo suficiente de recursos para mantener la estabilidad de los subsidios en el próximo periodo.
“Con la información que tenemos, el panorama para 2026 no es muy halagüeño”, agregó.
Castro también se refirió a los riesgos en la oferta de gas natural, tras los mantenimientos realizados recientemente a la planta de importación, infraestructura que a pesar de la resistencia inicial a su entrada en operación ha sido clave para abastecer las plantas térmicas del país.
El contralor reconoció que dicha planta ha cumplido su propósito, pero advirtió que el país sigue dependiendo en gran medida de las importaciones.
“Durante el mantenimiento, varios empresarios manifestaron su preocupación por la incertidumbre en la oferta. Algunos ya están desistiendo del uso del gas y volviendo al carbón o al diésel, lo que sería un retroceso en materia ambiental y de transición energética”, señaló.
El funcionario indicó que incluso hay industrias que están evaluando trasladar operaciones a otros países, ante la falta de garantías en el suministro.
“Esa es la preocupación más grande de la Contraloría: que no haya suficiente estabilidad de oferta para que la industria se desarrolle y el país cuente con energía confiable”, puntualizó.