El estilo de vida de la sociedad ha cambiado conforme la tecnología ha avanzado a lo largo de la historia. El ritmo de vida en las décadas de 1960 y de 1970 era lento en comparación con la actualidad. De acuerdo con el diario francés Ouest-France, la relativa pasividad de estas décadas, sin el uso de la tecnología de hoy en día y mayores exigencias prácticas, ayudaron a las personas nacidas en esta época a tener un conjunto de capacidades mentales que son menos habituales entre las personas nacidas después del año 2000, según publicó el medio citado.
Expertos aseguraron al medio mencionado que, pese a que el avance tecnológico ha fortalecido resiliencia individual, esto no es positivo en todos los sentidos, dado que se ha reducido la tolerancia a la incertidumbre y la capacidad de gestionar los cambios.
En consecuencia, afirman expertos, crecer en un ambiente con pocas distracciones digitales y mayores responsabilidades tempranas, habrían permitido el desarrollo de habilidades como la autonomía, la paciencia y la tolerancia al malestar.

Paciencia ante la incertidumbre
La primera de las fortalezas que tienen las personas nacidas en esta época es la paciencia. En una época en que la inmediatez informativa no predominaba y los proyectos dependían de constancia y planificación, los humanos que iniciaron su vida entre las décadas de 1960 y 1970 desarrollaron calma.
La regulación emocional es otra de las capacidades que tienen altamente desarrollada estas personas. El medio Ouest-France citó un estudio en el que se relaciona un buen autocontrol en la infancia a mayor bienestar y menos niveles de ansiedad durante la adolescencia.
Por otra parte, las personas que tienen entre 50 y 60 años de edad, tienen a sentirse satisfechos con lo que tienen, puesto que estas generaciones crecieron con menos bienes materiales y con expectativas más estables en relación con los objetos. Lo mismo ocurre con el sentido de responsabilidad, puesto que estas personas confían en su disciplina y esfuerzo.
Tolerancia al malestar y resolución de problemas
Y es que la paciencia es una de las habilidades que desarrollaron estas personas, puesto que en las décadas mencionadas, la vida implicaba esperas prolongadas de actividades sin estímulos.

Asimismo, estas personas suelen tener una mayor practicidad al momento de solucionar problemas. La digitalización ha permitido que sea más sencillo de ubicarse en algún lugar, algo que no ocurría antes, puesto que en las décadas de 1960 y 1970 era necesario buscar respuestas por sí mismos sin depender de un celular. Lo anterior aumentaba la autoconfianza.
Finalmente, se habla de la concentración sostenida, reforzada con actividades que requerían atención prolongada, como la lectura continua o escucha completa de discos, así como la redacción de cartas.