El expresidente Álvaro Uribe expuso su inconformidad por la reunión entre el senador Iván Cepeda y la Cámara de Comercio Colombo Americana, AmCham, señalando que el encuentro generó “mortificación” y abrió un debate sobre el papel de los gremios en medio del actual escenario político.
¿Qué dijo Uribe sobre AmCham y la reunión con Iván Cepeda?
Uribe puso en primer plano la pregunta sobre la posición del gremio frente a las iniciativas del senador. Recordó que Cepeda ha hablado de “profundizar las reformas” de Gustavo Petro y de llevarlas a un punto que, según él, implicaría “destruir toda posibilidad de mejoramiento colectivo”.
Con esa base, expresó sorpresa por la reunión entre el legislador y la AmCham. “¿Cómo se va ese gremio a hacerle una patente de aceptación?”, expresó, al cuestionar la señal que puede enviarse al país.
También afirmó que “Un gremio no puede legitimar esas propuestas”, en referencia a lo que considera una agenda que busca “radicalizar” decisiones ya impulsadas por el Gobierno. A su juicio, cuando un sector empresarial abre la puerta a ese diálogo, el mensaje público termina teniendo un peso mayor del que, en su opinión, debería otorgarse. “Hay trinos muy importantes”, dijo al mencionar su reacción inicial, y añadió que la reunión no es un asunto menor para el debate económico.
Durante la conversación, insistió en que las palabras del senador y sus planteamientos hacia el sector privado deberían encender alertas.
Aseguró que estas “pretenden avanzar hacia un estatismo que no le conviene al país” y que la presencia del congresista en una cámara binacional puede generar interpretaciones equivocadas sobre el rol del empresariado en un momento crítico.
¿Por qué Uribe considera relevante la posición de AmCham en el debate político?
Uribe recalcó que los gremios cumplen un papel clave en la interlocución con el Estado. Desde esa perspectiva, cuestionó que la AmCham haya recibido al senador en un espacio que, según él, podría interpretarse como una adhesión.
“En un país democrático con estos problemas, esos gremios y esas empresas hacen daño”, afirmó, al sostener que la discusión pública debe tener límites claros cuando se trata de propuestas que impactan al sector privado y a la confianza institucional.
El exmandatario mencionó ejemplos históricos para ilustrar su preocupación, recordando episodios en los que sectores empresariales respaldaron proyectos que después transformaron por completo los sistemas económicos.
En ese punto, señaló que en la historia del comunismo hubo sectores de la burguesía de Rusia apoyando a Lenin. De igual manera, mencionó que su generación conoció a los sectores productivos de Cuba apoyando a Fidel Castro. Sobre Castro, recordó que él iba a los Estados Unidos, se presentaba como un demócrata, hablaba de libertad de empresa y de acabar la corrupción para fortalecer las empresas.
También mencionó lo que hizo Chávez, e invitó a la nueva generación a mirar una entrevista que dio 15 días antes de la elección, donde dijo a Jaime Bayly, "Yo soy amigo de la empresa privada", e iba a los Estados Unidos a decir que no era estatista y que respetaría la libertad de prensa. Uribe manifestó que conociendo “todos esos engaños”, le preocupa que gremios y empresas se pongan en la tarea de legitimar una propuesta “totalmente antidemocrática”.
Así mismo, agregó que el fondo de su inquietud está en lo que considera señales contradictorias desde algunos sectores. Según dijo, la presencia de ciertos perfiles en la reunión lo llevó a plantear públicamente su postura. “Me preocupa mucho lo que hay en el fondo”, expresó al referirse a la dirección del gremio y a lo que describe como una representación cercana a posturas políticas que él cuestiona.
Sostuvo que la conversación no debe entenderse como una crítica al diálogo empresarial, sino como un llamado a examinar con rigor cada encuentro. Afirmó que cuando un senador expone públicamente propuestas que buscan “acabar con la presencia de la empresa privada”, una reunión con la AmCham adquiere una dimensión que el país no puede ignorar.
Impacto en la economía y la confianza empresarial
El exmandatario planteó que la discusión debe centrarse en los efectos que estos acercamientos pueden tener en la confianza del empresariado y en la estabilidad institucional. Señaló que su mensaje busca insistir en la responsabilidad que tienen los gremios al interactuar con actores políticos que promueven reformas profundas.
“Un gremio no puede legitimar esas propuestas”, repitió, como una advertencia sobre lo que considera un riesgo para la dirección económica del país.
*Este contenido fue escrito y producido por una inteligencia artificial bajo supervisión y curaduría de un periodista de La FM.