Iván Márquez recuerda que ya fue congresista y baraja las alianzas que tendrán las Farc

Después de medio siglo de fallida lucha armada, la Farc disputará abiertamente sus primeros votos en Colombia. Un exjefe con quebrantos de salud, un exseminarista y un comunista con deficiencia visual son las apuestas de la exguerrilla para 2018.

Como establece el acuerdo de paz, el nuevo partido de izquierda tiene aseguradas diez de las 268 curules del Congreso por ocho años y podrá disputar la presidencia.

Consulte aquí: Cuando Santos negaba que le darían curules a dedo a las Farc

Timochenko, el sobreviviente

Conocido como Timochenko, nombre de guerra que tomó de un profesor de marxismo de la Unión Soviética, Rodrigo Londoño buscará suceder al mandatario Juan Manuel Santos por el partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc).

De 58 años, barba recortada y baja estatura, Londoño es un admirador del fallecido Hugo Chávez que combatió desde los 17 años al Estado colombiano oculto en lo que describe como el "mundo de la selva, del páramo, y de los ríos".

Fue el último comandante que tuvieron las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia antes de que firmaran la paz y depusieran los fusiles este año. Su vida aún está marcada por el misterio.

En 2011 sucedió en la jefatura a Alfonso Cano, abatido por el ejército, quien había asumido las riendas de la que fuera la guerrilla más poderosa del continente cuando murió el legendario Manuel Marulanda (Tirofijo) a los 80 años, por causas naturales.

Voraz lector de literatura política, Timochenko cuenta que aprendió a leer a los cinco años y a los 12 ya había devorado el "Manifiesto Comunista", aunque el primer libro que leyó fue la Biblia. La justicia llegó a expedir docenas de órdenes de captura en su contra por secuestro, extorsión y terrorismo.

En julio sufrió un accidente cerebral transitorio que le afectó el habla y lo obligó viajar a Cuba, donde lleva a cabo su recuperación.

Márquez, el exseminarista

Iván Márquez encabezará la lista de la Farc al Senado. En la guerrilla era el segundo al mando después de Timochenko y encabezó el equipo negociador que selló la paz en La Habana.

Su verdadero nombre es Luciano Marín, tiene 62 años y antes de empuñar las armas fue seminarista, estudió filosofía y ocupó en los ochenta un asiento en la Cámara de Representantes por la Unión Patriótica (UP), un partido comunista surgido de unos diálogos de paz que fue exterminado por fuerzas de ultraderecha en complicidad con agentes estatales. "Mi aspiración fundamental es consolidar la paz, recorrer el país predicando la paz. Tal vez a eso se le pueda llamar el misionero de la paz", dijo en 2015 en una entrevista a Univision.

En 2011, su nombre se barajó para ser comandante máximo de la guerrilla tras la muerte de Alfonso Cano. Admirador del prócer independentista Simón Bolívar y del Nobel colombiano Gabriel García Márquez, el exjefe negociador es padre de tres hijos y abuelo de cuatro nietos.

En Colombia, tiene decenas de órdenes de captura por delitos graves y atentados. Además, Estados Unidos lo acusa de establecer la política de las Farc para dirigir y controlar la producción y distribución de "toneladas" de cocaína.

En diálogo con LA FM dijo que fue congresista en el "86 o 87 por la Unión Patriótica" y por ello sabe cómo manejar su regreso al legislativo. También anunció que se llamará Iván Márquez, como era su alias. Escúchelo.

Santrich, el artista

Antes del proceso de paz que terminó con el desarme y la transformación en partido de la guerrilla comunista, Jesús Santrich era prácticamente desconocido.

Ahora la Farc lo eligió como cabeza de lista para la Cámara (baja) de Representantes. Seusis Pausivas Hernández, su verdadero nombre, es el hombre de confianza de Márquez y fue uno de los negociadores en Cuba, incluso participó directamente en la redacción de los acuerdos.

Nacido en 1967, Santrich se crió en un hogar de profesores. Cursó estudios de Derecho, se formó como maestro en Ciencias Sociales y militó en las juventudes comunistas antes de levantarse en armas a los 21 años.

Desafiante, mordaz y activo usuario de Twitter, Santrich padece una aguda deficiencia visual que lo obliga a usar lentes oscuros, y casi siempre lleva una Kufiya (bufanda palestina) al cuello.

Artista aficionado, Santrich escribe y declama poesía, pinta en alto relieve y escribió un libro -"Relatos Tayronas"- sobre su experiencia con pueblos indígenas del norte de Colombia.

Hace pocas semanas acudió a una audiencia en el Congreso para defender los acuerdos de paz y fue tratado de "asesino" por un congresista de un partido de derecha. Santrich no respondió a la provocación y después anunció una demanda en defensa de su buen nombre contra el parlamentario. La justicia no ha revelado si, además de rebelión, está implicado en otros delitos.

Las Farc, anunciando a Timochenko como candidato presidencial