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La defensa del teniente coronel Benjamín Núñez, sindicado de estar detrás del asesinato de tres jóvenes en Chochó, Sucre, aseguró que el oficial tiene la voluntad de entregarse a las autoridades colombianas.
Según su abogado Sergio Ramírez la presentación voluntaria del uniformado está condicionada a que se le garantice su seguridad y la de su familia, teniendo en cuenta que ha sido objeto de amenazas.
“El Coronel Núñez evidentemente tiene toda la voluntad y disposición de presentarse a las autoridades judiciales dd Colombia, incluso mediante misivas dirigidas a otras entidades, entre ellas la Fiscalía General de la Nación”, indicó el abogado Ramírez.
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Así mismo, sostuvo: “Esa presentación es como consecuencia del respeto que tanto el coronel tiene para con la Fiscalía, así como estos defensores”.
En desarrollo de este proceso ya fueron capturados otros diez policías como presuntas responsables de este atroz caso, por el cual un fiscal delegado ya le formuló imputación de cargos y solicitó la respectiva medida de aseguramiento privativa de la libertad.
Entre tanto, contra el coronel Benjamín Núñez también pesa una orden de captura e incluso una circular roja de Interpol, en razón a que existe información que una vez ocurridos los hechos salió del país y se encuentra en México.
“Aquí hay que dejar por sentado una situación especial, el coronel Núñez y su familia tienen serios problemas de seguridad y por ende se se solicita al Estado Colombiano que garantice esa seguridad física y personal. Una vez estén dadas esas garantías hará su presentación voluntaria ante la autoridad judicial competente”, agregó.
Durante la audiencia de imputación de cargos a los diez policías implicados en el asesinato de tres jóvenes en Chochó (Sucre) se conocieron varios detalles del macabro crimen en el cual inicialmente se trató de hacer pasar a estas personas como delincuentes abatidos.
Los hechos sucedieron el 25 de julio en el corregimiento de Sincelejo. Los testigos de los hechos aseguraron a las autoridades que el responsable de la muerte de los jóvenes era el coronel Benjamín Núñez, comandante operativo del Policía de Sucre a quien señalaron de accionar su arma de dotación.
Las víctimas fueron identificadas como Jesús Diaz de 18 años; José Arévalo de 22 años y Carlos Ibáñez de 26 años.
Durante la audiencia, uno de los policías capturados habló del crimen, confesando que fue el coronel Núñez el que les disparó a los jóvenes a quemarropa.
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El Fiscal del caso coincidió con este relato y aseguró que los tres jóvenes padecieron de tortura y después fueron asesinados por tiros de gracia a sangre fría.
El próximo lunes 29 de agosto un juez definirá si envía a la cárcel a los diez policías detenidos por estos crímenes.
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