Robo en el Louvre: historiador analiza la sustracción de joyas de la corona francesa
El historiador también señaló que existe la posibilidad de que el robo haya sido por encargo, aunque aclaró que no hay certeza sobre los motivos.

El robo ocurrido en el Museo del Louvre movilizó a las autoridades francesas tras la sustracción de entre ocho y nueve joyas de la corona, incluidas piezas vinculadas a emperatrices y reinas, como Eugenia de Montijo y María Emilia de Borbón. En entrevista con La FM, en el programa ‘Habla con Ella’ de Patricia Pardo, el historiador Pablo Trujillo Álvarez calificó el hecho, ocurrido en apenas siete minutos, como un evento de magnitud histórica para la institución.
¿Qué piezas históricas fueron robadas en el Louvre?
Según Trujillo Álvarez, las joyas sustraídas corresponden a principios del siglo XIX y pertenecieron a figuras como la emperatriz María Luisa de Austria, segunda esposa de Napoleón Bonaparte, y a la emperatriz Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III. También se incluyen joyas de la madre de Napoleón III y de la reina María de Nápoles y Sicilia. “Se robaron joyas que representan parte de la historia de lo que somos”, afirmó el historiador, señalando el valor patrimonial de los objetos.
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El experto describió que el robo fue ejecutado de manera sencilla: “Subieron en una escalera cuatro hombres, hacían como que limpiaban la fachada, entran, sacan las joyas y se las llevan. Por una ventana, literal”. Trujillo Álvarez destacó que una de las joyas más valiosas, la corona de la emperatriz Eugenia de Montijo, se cayó durante el asalto, lo que permitió su recuperación parcial.
¿Se podrán recuperar las joyas robadas?
Sobre la recuperación de las piezas, el historiador explicó que los artefactos ya no estarían en Francia y que podrían ser desensamblados para extraer metales y piedras preciosas. “El paso a seguir probablemente sea recortar las piedras preciosas para que no se puedan identificar y venderlas por partes”, indicó. Añadió que este proceso destruye el valor histórico y patrimonial de los objetos.
Trujillo Álvarez consideró que el robo fue de gran magnitud y no un hecho común en museos, donde generalmente los hurtos son de menor perfil y cometidos por empleados. “Indudablemente es el robo más importante en la historia de este museo desde que un empleado se robó la Gioconda en 1911. Hubo descuidos muy importantes en la seguridad del objeto”, afirmó.
El historiador también señaló que existe la posibilidad de que el robo haya sido por encargo, aunque aclaró que no hay certeza sobre los motivos: “Todo son especulaciones, no tengo ni idea absolutamente de para qué se roban estas joyas”. Trujillo Álvarez enfatizó que el evento generó un cuestionamiento sobre la manera en que Francia protege su patrimonio nacional y su proyección como patrimonio de la humanidad.
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Finalmente, el experto explicó que la investigación se elevó a instancias internacionales, considerando que los objetos podrían ser destruidos fuera del país. “Muy seguramente dentro de relativamente poco ya las estarían destruyendo. Entonces, posiblemente que se recupere”, concluyó Pablo Trujillo Álvarez, historiador y economista de la Universidad de Yale.
La entrevista de La FM resaltó la magnitud del robo y la relevancia histórica de las joyas sustraídas, ofreciendo detalles sobre la ejecución del hecho y las posibles consecuencias para la preservación del patrimonio francés.