Nicolás Maduro volvió a referirse a la presencia militar estadounidense en aguas del Caribe y aseguró que su país no representa una amenaza para Washington, sino que constituye un factor de estabilidad para toda la región.
Durante la inauguración de la nueva sede de la Academia del Servicio de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), Maduro insistió en que Venezuela “es garantía de seguridad en el continente americano” y defendió el papel de su Gobierno en la preservación de la paz.
"Venezuela no ha sido, no es ni será nunca una amenaza a los Estados Unidos de Norteamérica, al contrario, Venezuela no es una amenaza, Venezuela es garantía de seguridad en todo el continente americano, Venezuela es esperanza, Venezuela is the hope", dijo.
Despliegue Militar
El líder venezolano calificó como “desproporcionado, innecesario e ilegal” el despliegue militar estadounidense en la zona, y aseguró que contradice los principios de la Carta de Naciones Unidas y el derecho internacional.
"Lo quiero recibir en 24 horas, las reflexiones directas de nuestros cadetes, de nuestros muchachos y también del personal docente, yo me alimento es de ustedes, la fuerza moral de ustedes es mi fuerza moral", agregó.
Lucha Armada
En su intervención, Maduro instruyó a los cuerpos policiales del país a profundizar el estudio de la “resistencia popular prolongada” y de todas las modalidades de lucha armada en contextos populares, policiales y militares.
Según dijo, cada institución debe diseñar “un plan de ofensiva permanente” que permita garantizar la seguridad interna ante cualquier escenario. Incluso pidió a los cadetes de la academia elaborar, en un plazo de 24 horas, propuestas concretas para fortalecer la capacidad operativa del Estado.
Caracas y Washington
Extendió estas tareas de reflexión y planificación a organismos como la Policía Nacional Bolivariana, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) y la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM).
Las tensiones entre Caracas y Washington crecieron en las últimas semanas debido a advertencias emitidas por la Administración Federal de Aviación (FAA), que pidió extremar precauciones al sobrevolar Venezuela y parte del Caribe por lo que describió como “una situación potencialmente peligrosa”. El mensaje derivó en una ola de cancelaciones de vuelos por parte de aerolíneas internacionales.
La situación se agravó luego de que el presidente estadounidense, Donald Trump, calificara el espacio aéreo venezolano como “cerrado en su totalidad”, una postura rechazada por el Gobierno venezolano.
En respuesta, el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC) revocó las concesiones de tráfico aéreo de compañías como Iberia, TAP, Avianca, Gol, Latam Colombia y Turkish Airlines, tras no retomar operaciones en el plazo dado por Caracas.