Las agencias de vigilancia espacial como laObservatorio de Dinámica Solar (SDO por sus siglas en inglés), emitieron una alerta ante el arribo de una tormenta solar prevista para las próximas horas. El fenómeno fue originado por una eyección de masa coronal dirigida hacia la Tierra, lo que llevó a establecer un nivel de tormenta geomagnética G3.
El aviso señala que la perturbación alcanzaría el planeta entre la noche del 6 de noviembre y el 7 de noviembre, periodo en el que se espera la mayor interacción entre el plasma solar y el campo magnético terrestre. Los centros de monitoreo recomiendan un seguimiento continuo durante toda la franja de impacto.

Posibles efectos en la Tierra
Los análisis preliminares indican que la tormenta geomagnética podría generar alteraciones en las comunicaciones HF, especialmente en las zonas iluminadas por el Sol al momento del impacto. Este tipo de interrupción suele afectar a aeronaves, embarcaciones y operadores que dependen de transmisiones de alta frecuencia.
También se proyectan interferencias temporales en sistemas de navegación, particularmente en frecuencias bajas y medias, debido a la modificación de la ionosfera. Estos efectos ocurren cuando el material cargado proveniente del Sol altera la propagación de señales.
Expertos señalan que podrían presentarse fluctuaciones en redes eléctricas, degradación en satélites y fallas en comunicaciones satelitales. En eventos de mayor intensidad, estas perturbaciones pueden desembocar en cortes regionales o interrupciones temporales en sistemas de distribución.
Antecedentes y seguimiento técnico
Una tormenta solar ocurre cuando el Sol libera una gran cantidad de plasma, radiación y energía. Cuando la eyección está orientada hacia la Tierra, la interacción con la magnetósfera puede desencadenar una tormenta geomagnética con efectos variables.
El fenómeno actual ocurre durante la fase ascendente del ciclo solar 25, etapa caracterizada por un aumento en manchas solares y en la actividad magnética del Sol. Este contexto incrementa la frecuencia de erupciones y eyecciones de masa coronal capaces de impactar de forma directa al planeta.
Los centros especializados analizan la velocidad del viento solar, la densidad del plasma y la orientación del campo magnético para estimar los posibles efectos. Aun así, los pronósticos mantienen un grado de incertidumbre que obliga a mantener vigilancia permanente.
Recomendaciones y vigilancia
Las autoridades sugieren a los operadores de infraestructura crítica revisar protocolos de contingencia durante las horas de impacto. También se exhorta a los usuarios de navegación, radiocomunicaciones y dispositivos dependientes de sincronización satelital a verificar posibles variaciones del servicio.
La evolución de la tormenta solar será observada por redes internacionales, que emitirán actualizaciones en caso de cambios en su intensidad o duración. La situación permanecerá bajo seguimiento hasta que los indicadores retornen a niveles geomagnéticos estables.