El testamento de Giorgio Armani allana el camino para una posible venta a LVMH o L'Oreal
El testamento también estipula un plazo para que, si no hay venta, la casa de moda salga a cotizar en bolsa

El fallecimiento de Giorgio Armani, el pasado 4 de septiembre a los 91 años, no solo marca el final de una era en la moda italiana, sino que también activa un complejo plan sucesorio que él mismo dejó escrito de su puño y letra. El testamento, leído esta semana, confirma que la Fundación Armani será la dueña del 100% de la casa de moda que lleva su nombre, aunque no conservará todo el poder de decisión.
La Fundación, que ya poseía una participación mínima en la empresa, ahora cuenta con el 9,9% de las acciones (equivalente al 30% de los derechos de voto) y la nuda propiedad del 90% restante. Los derechos de voto se reparten entre Pantaleo Dell’Orco, socio histórico y mano derecha del diseñador, y sus sobrinos Silvana Armani y Andrea Camerana. En detalle: Dell’Orco controlará el 40% de los votos, la Fundación el 30%, y los dos sobrinos el 15% cada uno.
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El documento revela también la estrategia pensada por Armani para garantizar la continuidad de la marca. El testamento establece que, entre los 12 y 18 meses posteriores a su fallecimiento, la Fundación deberá vender un 15% de la compañía a un socio estratégico, con prioridad para gigantes como LVMH, EssilorLuxottica o L’Oréal. Además, a partir del tercer año y hasta el quinto, podrá venderse otro 30% adicional, lo que llevaría la cesión de control a un máximo del 70% en manos externas, siempre que la Fundación conserve al menos el 30%.
De no concretarse una alianza con un grupo de prestigio, Armani dejó abierta la posibilidad de sacar la empresa a bolsa a partir del tercer año, o de manera obligatoria entre el quinto y el octavo. El objetivo, según dejó escrito, es asegurar que la marca permanezca sólida sin traicionar su estilo.
Los herederos también recibieron importantes activos fuera del negocio principal. Dell’Orco emerge como el gran beneficiario en este terreno: además de usufructuar acciones de la casa de moda, se queda con el 40% de la participación de Armani en EssilorLuxottica (valorada en unos 2.500 millones de euros). El 60% restante se reparte entre familiares. El testamento incluye también legados a colaboradores cercanos: 100.000 acciones de Luxottica a Michele Morselli, director de la inmobiliaria de Armani, además de bonos del Estado italiano por más de 32 millones de euros y una póliza de seguros que beneficiará a su hija Bianca, a quien Armani describió en vida como “casi como mi hija”.
En el ámbito inmobiliario, la hermana del diseñador, Rosanna Armani, junto con Camerana y Silvana, heredan la propiedad de L’Immobiliare Srl, que administra las villas en Saint Tropez, Antigua, Pantelleria y otras residencias familiares. El propio Dell’Orco recibe el usufructo vitalicio del icónico edificio de Via Borgonuovo en Milán, donde residía Armani, así como el derecho a mantener intacto el mobiliario y la decoración.
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Las disposiciones también incluyen un vasto legado artístico: desde un cuadro de Matisse hasta un retrato de Andy Warhol, pasando por piezas raras como colmillos de elefante. En paralelo, el yate Main pasó a manos de Rosanna, Silvana y Andrea Camerana.
La publicación del testamento generó inmediatas reacciones de los potenciales compradores mencionados por Armani. Desde EssilorLuxottica declararon: “Nos enorgullece la estima que el Sr. Armani ha depositado en nuestro grupo y nuestra dirección. Evaluaremos la situación cuidadosamente”. Por su parte, L’Oréal señaló: “Nos complace y nos honra que el Sr. Armani haya elegido a L’Oréal para complementar el capital de su magnífica empresa”.