El dentista estadounidense Walter Palmer, que el pasado 1 de julio mató al león Cecil, el más famoso de Zimbabue, regresó al trabajo tras varias semanas de ausencia, un retorno que se produjo bajo gran expectación mediática y en el que se oyeron gritos de "asesino".
Palmer volvió a su consulta de Bloomington (Minesota), de la que se había ausentado durante los dos últimos meses, a las 7.00 hora local (12.00 GMT), a la entrada de la cual le esperaban multitud de periodistas, varios manifestantes y algunos agentes de Policía.
Palmer, de 55 años, aseguró en unas declaraciones este lunes al diario StarTribune de Minneapolis que la caza de Cecil fue legal y que él y los otros cazadores de la partida no tenían ni idea de que el león, de 13 años y conocido por su larga negra melena, era tan querido en Zimbabue.
Sin embargo, se negó a confirmar si cumplirá con cualquier petición, ya sea informal o por medio de los procedimientos de extradición, para volver a Zimbabue para responder a las acusaciones legales.
La muerte de Cecil desató una polémica internacional sobre los límites de la lucrativa caza deportiva, que atrae a personas de todo el mundo para convertir a animales salvajes en sus trofeos.