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Las autoridades austriacas anunciaron el arresto de un tercer sospechoso en conexión con la conspiración para atacar tres conciertos de Taylor Swift en Viena, ahora cancelados. A pesar de la decepción de los fanáticos, quienes habían viajado de todo el mundo para asistir a los espectáculos, la ciudad fue testigo de una muestra de solidaridad mientras los seguidores de Swift intercambiaban pulseras de la amistad y cantaban sus canciones en las calles.
El principal sospechoso, un joven de 19 años, planeaba llevar a cabo un ataque durante los conciertos programados en el estadio Ernst Happel. Las autoridades revelaron que el joven pretendía utilizar cuchillos o explosivos caseros para atacar a los asistentes que se congregarían en las afueras del estadio, donde se esperaban hasta 30.000 personas cada noche, además de otros 65.000 dentro del recinto. El objetivo del sospechoso era “matar a la mayor cantidad de personas posible”, según las declaraciones oficiales.
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El joven de 19 años fue detenido el martes, junto con un joven de 17 años, ambos ciudadanos austriacos. Un tercer sospechoso, un ciudadano iraquí de 18 años, fue arrestado el jueves por la noche, según informó el ministro del Interior de Austria en una conferencia de prensa. Las autoridades también interrogaron a un joven de 15 años, aunque no fue detenido. Debido a las estrictas normas de privacidad de Austria, los nombres de los sospechosos no fueron revelados.
El caso ha generado un gran impacto en la comunidad internacional, recordando incidentes previos como el ataque suicida en un concierto de Ariana Grande en Manchester, Inglaterra, en 2017, que cobró la vida de 22 personas. En este sentido, las comparaciones han sido inevitables, ya que ambos ataques estaban motivados por ideologías extremistas y dirigidos a eventos con grandes concentraciones de jóvenes.
Las autoridades austriacas indicaron que la conspiración estaba inspirada por el grupo Estado Islámico y Al Qaeda. Tanto el principal sospechoso como el joven iraquí arrestado habían hecho un “juramento de lealtad” al Estado Islámico. Durante la investigación, se descubrió material para fabricar bombas en la casa del principal sospechoso, así como propaganda del Estado Islámico y Al Qaeda en la residencia del joven de 17 años.
El ministro del Interior, Gerhard Karner, destacó la importancia del arresto del joven de 18 años, quien aunque no estaba directamente vinculado con el complot, “proviene del entorno social” del principal sospechoso. El Ministerio del Interior austríaco emitió un comunicado en el que subrayó que el arresto refleja el “amplio alcance de la investigación en curso” y aseguró que se están tomando “medidas decisivas contra cualquiera que pueda estar involucrado en actividades terroristas o exhiba tendencias radicales”.
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Hasta el momento, Taylor Swift no ha hecho comentarios públicos sobre la trama ni sobre la cancelación de los conciertos en Viena. “Taylor Nation”, una página de Instagram verificada que se cree está dirigida por su equipo, simplemente compartió el anuncio de Barracuda Music. La propia Swift ha mantenido silencio, aunque en el pasado ha expresado su conmoción ante la violencia, como cuando en junio un hombre armado atacó una clase de yoga con temática de Taylor Swift en Inglaterra.
A pesar de la amenaza, Swift sigue adelante con su gira. Está previsto que actúe en el estadio Wembley de Londres para cinco conciertos entre el 15 y el 20 de agosto, cerrando la etapa europea de su gira récord Eras Tour. El alcalde de Londres, Sadiq Khan, manifestó su comprensión por la decisión de Viena de cancelar los conciertos, pero aseguró que en Londres “seguiremos adelante”.
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