El aceite de palma es uno de los aceites vegetales más consumidos en el mundo. Por sus características, se convierte en un producto versátil que brinda variados beneficios para la salud y la alimentación.
Este tipo de aceite se obtiene de la fruta de la palma mediante un proceso de extracción completamente natural; es hecho por medio de un procedimiento mecánico desarrollado por prensas que presionan la fruta dentro de una camisa con perforaciones a través de las cuales sale el aceite. A este proceso se le suma el hecho de que el aceite de palma proviene de cultivos que no han sido modificados genéticamente, lo que refuerza su carácter 100 % natural.
Además de esta característica, también se destaca que sea un producto libre de grasas trans, fuente natural de vitaminas A y E, y propicie el aumento del colesterol bueno (HDL), que protege a las células y al sistema cardiovascular.
Sus beneficios no quedan ahí: al fraccionar el aceite de palma se obtienen la oleína, una fracción líquida en climas cálidos que se mezcla con cualquier aceite vegetal, y la estearina, fracción más sólida que sirve para producir grasas, principalmente margarinas y jabones.
Las propiedades de cada una de estas porciones del aceite de palma explican su versatilidad, así como sus variadas y numerosas aplicaciones en otras áreas como la cosmética.
A continuación otras ventajas del aceite de palma que sobresalen a la hora de preparar alimentos.