Con vocación y entrega: maestro enseña en escuela rural con una única alumna
El docente comentó que enfrentar varios retos es parte de tener solo una alumna.

Cada 15 de mayo se celebra en Colombia el Día del Maestro, por eso se quiere destacar la historia de un docente que enseña en una remota escuela en las montañas del municipio de Génova al sur del Quindío, donde solo estudia una niña de primero primaria y casi ni llega la señal del celular.
Hay que decir que la educación no debe tener fronteras ni obstáculos y que así sea un solo estudiante al que se le está cambiando la vida y se está formando para ser una persona de bien, educada y con un futuro por delante, abrir una escuela para ese solo alumno vale la pena ahora y siempre.
Hoy celebramos a esos héroes sin capa y espada, pero sí con lápiz y libros. John Alexander Salazar Ospina es profesor del sector público hace 20 años; desde hace 10 años trabaja en la sede Pedregales, zona de alta montaña del municipio de Génova, un sector poco poblado donde muchas veces los únicos estudiantes son los hijos de los guardabosques, quienes se demoran entre una u hora y media a caballo o a pie para llegar a estudiar.
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En el caso de John Alexander, viaja en motocicleta a diario tres horas entre ir a la escuela y volver a su casa en Caicedonia (Valle del Cauca), por un un camino poco fácil donde las condiciones son adversas, muchas veces por cuenta del clima, además, por estar tan alejado del casco urbano, debe portar un botiquín y un radio teléfono por si sufre un accidente.
“Se hace con todo el esfuerzo, se le pone la mayor voluntad y vocación para poder acceder hasta la escuela, a veces el retorno se pone muy difícil por el clima, ya que resulta que en las zonas de alta montaña y después de la 1:30 de la tarde llueve con regularidad y la vía se pone complicada”, expresó el docente.
John señaló que, “para llegar al área yo cargo un botiquín porque es muy sola y si una se cae por ahí difícilmente uno se encuentra una persona y tenemos la posibilidad de comunicarnos por radio, ya que la señal de celular es muy escasa”.
Para John Alexander la baja natalidad y la migración del campesino a los cascos urbanos de los pueblos y las ciudades, ha generado que baje la cantidad de estudiantes que llegan a estas escuelas tan alejadas. Hoy solo tiene una niña de seis años como estudiante, quien vive a seis kilómetros de la sede educativa.
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Pero este educador tiene retos grandes en medio de un proceso complejo cuando su única estudiante no tiene forma de socializar con otros niños o niñas.
“Uno es adaptarse a esas situaciones cambiantes. El hecho de tener un solo estudiante implica modificar constantemente las metodologías y los procesos para generar motivación. Lo otro es que una estudiante de corta edad requiere de pares y al no contar con ellos se dificulta su proceso de socialización”, manifestó el profesor.
Hoy en el Día del Maestro en Colombia, John Alexander quiso enviarle un saludo a todos sus colegas en medio de una ardua labor como lo es enseñar. Resaltó la importancia de este oficio que es vital para el desarrollo de las comunidades.