El ministro encargado de Justicia, Andrés Idárraga, confirmó que la extradición de alias ‘Pipe Tuluá’, cabecilla de la organización criminal La Inmaculada, se dio como una decisión tomada “en medio de las negociaciones” que esa estructura adelanta con el Gobierno Nacional.
Idárraga explicó que el propio Marín Silva aceptó la extradición mientras se desarrollaban los acercamientos formales.
“El Gobierno sigue abierto a sentarse con ellos. Pese a que su jefe máximo aceptó igual irse extraditado en medio de las negociaciones, pues nosotros esperamos que se sienten para seguir y avanzar. Es una decisión de él”, afirmó.
Agregó que “la información que tenemos es que efectivamente él decidió asumir su proceso de extradición y nosotros seguimos abiertos al diálogo”.
Idárraga fue consultado sobre si esta aceptación implicaba algún acuerdo previo o un condicionamiento de alias ‘Pipe Tuluá’ dentro de la mesa de negociación. Su respuesta, sin embargo, se mantuvo en la incertidumbre.
“Eso solo lo sabe él, pero nosotros pusimos cartas sobre la mesa. ¿Qué hay para negociar? Niños, las armas que queremos recuperar y, desafortunadamente, nada pasó”, señaló.
El ministro (e) también cuestionó la falta de avances concretos por parte de la organización criminal, pese a que el Gobierno había tomado decisiones institucionales para facilitar el proceso.
“No es un guiño” a Estados Unidos
El ministro de Justicia negó que la decisión se haya tomado por presiones de Estados Unidos, que ha exigido mayores resultados en materia de lucha antidrogas y judicialización de capos de la cocaína.
“No, de ninguna manera. No todo lo que pasa con algo hacia Estados Unidos siempre tiene un guiño. Pasa porque así son las relaciones bilaterales de cooperación; entonces no es un guiño necesariamente. Es parte de lo que históricamente ha venido haciendo el Estado colombiano y, en particular, este Gobierno”, señaló.