Las secretarías de Gobierno y Seguridad, así como Transmilenio, revelaron las alarmantes cifras que dejaron las protestas y desmanes en la capital, entre enero y octubre de este año.
La protesta, como acto de manifestación, por parte de distintos sectores sociales, gremios, asociaciones y estudiantes, dejó como saldo 101 heridos en toda la ciudad, de los cuales, el 70% de ellos no hacían parte de los manifestantes.
Sin embargo, este fenómeno no solo afectó la movilidad y el tiempo de los bogotanos, sino que arrojó la cifra de 1.500 buses vandalizados, que incluye buses pertenecientes al sistema de transporte público de la ciudad.
Por lo anterior, el Sistema de Transporte de Transmilenio manifestó en su último informe, teniendo en cuenta el año 2024, que los daños en sus buses generaron un impacto de $430 millones.
Por su parte, el concejal de Bogotá, Julián Uzcátegui, también manifestó que, de las 1.559 movilizaciones durante el año 2025, 72 terminaron en actos vandálicos que requirieron intervención de la fuerza pública.
En este sentido, las localidades con el mayor número de afectaciones entre 2021 y 2025 fueron Teusaquillo (100 casos), Kennedy (67 casos), Santa Fe (62 casos), Chapinero (45 casos) y Suba (42 casos).
"Bogotá no puede seguir normalizando el vandalismo. Los ciudadanos están pagando con su seguridad y con sus impuestos la falta de autoridad de la administración", afirmó el concejal Uzcátegui.
Percepción en Bogotá Cómo Vamos
La más reciente encuesta por Bogotá Cómo Vamos también reveló cifras en materia de percepción de inseguridad. Según la encuesta, la misma alcanzó el 62%, la cifra más alta registrada desde 2008.
Por su parte, en materia de movilidad se concluyó que persiste una alta insatisfacción con Transmilenio; los resultados muestran cambios importantes en la forma en que los usuarios evalúan el servicio.
Las principales razones de inconformidad continúan siendo los robos dentro del sistema (63,7%), la congestión de personas (66,4%) y la demora o incertidumbre en las frecuencias (28,1%).
Sin embargo, uno de los factores históricamente más críticos evidencia una mejora relevante: la demora en los trayectos pasó de 49,2% en 2024 a 32,1% en 2025, una reducción de 17 puntos porcentuales que indica avances en los tiempos de viaje dentro del sistema.