¿Cuál es la nueva opción que reemplaza al papel higiénico y ya es tendencia?
Una innovadora alternativa al papel higiénico gana espacio en el mundo por sus beneficios de higiene, comodidad y menor impacto ambiental.

El uso de papel higiénico hace parte de una costumbre básica en el aseo personal, sobre todo en los países occidentales. No obstante, una nueva opción gana terreno en Europa y Estados Unidos, impulsada por el impacto ambiental que genera el papel higiénico.
De acuerdo con el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales (NRDC), el uso de papel higiénico en Estados Unidos produce la destrucción de más de 400.000 hectáreas de bosque. Además, la elaboración de un rollo implica el uso de 140 litros de agua, 700 gramos de madera y un gran consumo energético.
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Asimismo, el proceso de blanqueo introduce sustancias químicas dañinas en los cursos de agua. El embalaje y el transporte incrementan la huella de carbono.
La higiene: otra desventaja del papel higiénico
Por otro lado, el uso de papel higiénico implica riesgos confirmados por expertos. La dermatóloga Rosemarie Ingleton aseguró para el diario Daily Galaxy que “la limpieza en seco puede dejar bacterias y materia fecal”.
Eso incrementa el riesgo de infección, especialmente en casos de hemorroides o piel sensible. La dermatóloga considera que el uso de papel higiénico puede causar complicaciones para personas con afecciones digestivas y cutáneas.

¿Cuál es la nueva opción que reemplaza al papel higiénico en Europa?
La respuesta a estos problemas surge en los países orientales. En Japón, desde hace años se utilizan en la mayoría de hogares inodoros Washlet, que rocían un chorro de agua sobre las zonas genital y anorrectal. Además, tienen forma de recipiente bajo e incorporan asientos con calefacción, secadores de aire y tecnología de funcionamiento sin contacto. También pueden incluir funciones como tapas automáticas, lo que añade un extra de comodidad y una experiencia de usuario más moderna y automatizada.
Esta opción nació en el país oriental en 1917, pero se hizo popular en 1982, de la mano de la firma Toto. En ese entonces, una pequeña varilla se extendía desde la parte superior del borde y rociaba agua hacia arriba.
La empresa describía este nuevo invento como un asiento de inodoro con bidé electrónico que se fija sobre el inodoro y reemplaza el asiento estándar. Decía que el chorro de agua “cubre las zonas frontal y trasera, adaptándose tanto a la anatomía femenina como a la masculina. Además, ahorra agua”.
Añadía, además, que “en lugar de usar papel higiénico, se utiliza aire caliente. Esto mejora la higiene personal, ya que no deja residuos de papel higiénico en el cuerpo”.

Los profesionales en salud notaron además que estos sistemas ofrecen ventajas a las personas con dolencias digestivas o cutáneas.
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Tanto en Estados Unidos como en Europa, cada vez más familias optan por ellos debido al confort y la sustentabilidad que ofrecen a largo plazo. Si bien el costo inicial puede ser mayor que el de un inodoro convencional, los beneficios a futuro justifican la inversión para muchos.
Cabe mencionar que al eliminar o reducir significativamente el uso de papel higiénico, los washlets previenen los atascos en las cañerías, un problema común asociado con la acumulación de papel en el sistema de plomería.