En la Terminal del Sur de Bogotá, en la localidad de Bosa, una situación fue contenida gracias a la rápida reacción de un uniformado que se encontraba fuera de servicio. El policía estaba con su esposa, esperando un vehículo para salir de vacaciones, cuando el llamado de varios ciudadanos lo alertó sobre lo que ocurría en un puente peatonal cercano.
En la mitad de la estructura que conecta la terminal con la Autopista Sur, una mujer permanecía en una condición de alto riesgo. Su comportamiento evidenciaba un fuerte estado de alteración emocional, lo que generó preocupación entre quienes transitaban por el lugar.
Sin dudarlo, el uniformado dejó sus pertenencias y corrió hasta el puente. Al llegar, encontró a la mujer ubicada en la parte externa de la estructura. Con cautela y exponiendo su propia integridad, se acercó para entablar contacto y, en un movimiento decisivo, logró sujetarla y llevarla nuevamente a una zona segura.
La intervención contó luego con el apoyo de otras personas que estaban en el lugar. Entre todos, ayudaron a estabilizar la situación mientras llegaba el respaldo institucional. Posteriormente, la mujer fue trasladada por personal uniformado para recibir atención especializada por parte de las entidades distritales competentes.
Las autoridades destacaron la reacción del policía y reiteraron el llamado a la ciudadanía para informar de manera inmediata cualquier situación que represente un riesgo para la vida o la integridad de las personas, a través de las líneas 123 y 155.
Este hecho ocurre en un momento clave para el país en materia de salud mental. En junio fue sancionada la nueva Ley de Trastornos y Enfermedades Mentales, una normativa que propone un enfoque preventivo, educativo y digno frente a estas problemáticas. Así lo explicó la representante a la Cámara por la Alianza Verde, Olga Lucía Velásquez, una de las impulsoras de la iniciativa.
“Esta ley plantea una forma distinta de entender la salud mental, desde la prevención y la promoción”, señaló la congresista, quien destacó que el articulado incluye acciones tempranas desde las instituciones educativas, con participación de comités que abarcan no solo a estudiantes, sino también a docentes, personal administrativo y directivos.
Las autoridades insisten en que la atención oportuna y el acompañamiento institucional pueden marcar la diferencia en momentos críticos.