En Bogotá y Zipaquirá, el arte urbano se convierte en un puente de integración. Con motivo del Día Internacional del Migrante, este 18 de diciembre, murales colectivos llenan de color y mensajes de convivencia los espacios públicos, recordando la riqueza cultural y social que la migración aporta al país.
La iniciativa es liderada por ADN Dignidad, programa del consorcio CUA, conformado por Acción Contra el Hambre, el Consejo Danés para Refugiados y el Consejo Noruego para Refugiados.
“La creación de murales colectivos permite resignificar los espacios públicos y transmitir mensajes de solidaridad, convivencia y respeto. Queremos combatir prejuicios y la xenofobia. En años anteriores lo hicimos con intercambios culinarios, y este año el arte urbano será nuestra herramienta para conmemorar el Día Internacional del Migrante”, explica Carolina Roberto, coordinadora de comunicaciones de ADN Dignidad.
Programas de Formación
Más allá de la expresión artística, el programa utiliza la cultura como motor de transformación social. Cineforos, talleres de co-creación y recetas compartidas han generado espacios de diálogo y reflexión, fortaleciendo la integración y la convivencia entre migrantes y comunidades locales.
Migrantes en Colombia
Desde su llegada a Colombia hace seis años, el programa ha atendido a más de 400.000 personas, beneficiado a 125.000 hogares y formado a cerca de 10.000 participantes en emprendimiento, orientación laboral y educación financiera.
Su labor se centra en la población migrante venezolana, que actualmente supera los 2,8 millones de personas en el país.
De este total, más de 2,3 millones tienen su estatus regularizado o en proceso de regularización, y 1,1 millones participan activamente en el mercado laboral, representando cerca del 5 % de la fuerza laboral nacional.
Testimonios de migrantes
“Lo más difícil de llegar, definitivamente, fue salir, dejar mi vida, dejar a mi familia (…) Tome la decisión de salir por obvias razones, situación país, obviamente, la economía, mi mamá falleció hace cuatro años”, dijo Freiderman Díaz, de la ciudad de Valencia, Estado Carabobo.
Karla María Barrientos, nació en Punto Fijo, estado Falcón: “Un día trece de julio del año dos mil catorce, decidí venirme, y poco a poco fui encaminándome en lo que iba a ser mi vida acá, en Bogotá, acostumbrarme a los nuevos horarios, a este clima, al agua fría, a compartir una cocina, compartir un baño”.
Rosalba Cadena, oriunda de Venezuela, nació en el estado de Apure: “Sentir como ese rechazo de saber que tú no pertenecías aquí, cuando uno llega por primera vez, y bueno, hacer una vida nueva en otro país”.
Este año, los murales conmemorativos se desarrollan en la sede de Asuntos Humanitarios de la Cruz Roja Colombiana, en la localidad de Los Mártires, Bogotá, y en el Centro de Atención al Ciudadano de Zipaquirá, en alianza con la Mesa de Víctimas y la Alcaldía Municipal.