La aprobación del Presupuesto Distrital de Bogotá para la vigencia 2026, por un monto de 40,4 billones de pesos, tendrá efectos directos en la vida cotidiana de millones de ciudadanos y colombianos que se movilizan, trabajan y desarrollan su actividad económica en la capital.
Uno de los ejes centrales del proyecto avalado por el Concejo es la inversión en infraestructura urbana, en particular la ejecución de obras viales a cargo del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), consideradas estratégicas para reducir los costos diarios asociados a la movilidad y al uso del espacio público.
Del total del presupuesto distrital, el sector Movilidad contará con 9,2 billones de pesos, de los cuales 2,4 billones se destinarán específicamente a la ejecución de infraestructura vial por parte del IDU.
La hoja de ruta proyecta que estos recursos financien más de 80 proyectos en distintas fases, desde estudios y diseños hasta ejecución y entrega, lo que convierte a 2026 en uno de los años con mayor nivel de inversión en obras urbanas en la historia reciente de Bogotá.
Infraestructura vial: menos tiempo perdido, menos gasto diario
Para la ciudadanía, el impacto más inmediato del presupuesto asignado al IDU se refleja en el tiempo y el dinero que se destinan a los desplazamientos diarios.
La ejecución y entrega de 17 proyectos de infraestructura completos durante 2026, entre los que se destacan TransMiCable San Cristóbal, tramos de las troncales de las avenidas 68 y Ciudad de Cali, así como el puente vehicular de la calle 153 con la autopista Norte, apunta a mejorar la conectividad y a aliviar la congestión en corredores estratégicos de la ciudad.
La reducción de los tiempos de viaje se traduce en, según la entidad, menores gastos en combustible, transporte público y mantenimiento de vehículos, además de una disminución en la pérdida de horas laborales, factores que inciden de manera significativa en el presupuesto mensual de hogares y trabajadores.
Obras y empleo: efecto en los ingresos familiares
El desarrollo de más de 80 obras también tiene un impacto económico indirecto en los ingresos de la población. La ejecución de proyectos de infraestructura genera empleo formal en sectores como la construcción, el transporte y los servicios asociados.
Para muchas familias, estas iniciativas representan oportunidades laborales estables y una fuente de ingresos vinculada a la inversión pública.
Desde el IDU se ha señalado que, con este presupuesto, la ciudad alcanzará la entrega de 32 proyectos de infraestructura completos durante el cuatrienio, la cifra más alta registrada por una administración distrital.
Seguridad vial y calidad de vida
Además del componente de movilidad, las obras financiadas con recursos del IDU incluyen intervenciones en espacio público y seguridad vial. Proyectos como nuevas avenidas, puentes y corredores industriales buscan reducir la accidentalidad y mejorar las condiciones de circulación para peatones, ciclistas y conductores.
El objetivo es que estos avances puedan disminuir costos indirectos asociados a gastos médicos, reparaciones de vehículos y pérdidas económicas derivadas de siniestros viales.
Un impacto gradual en el bolsillo ciudadano
Si bien la aprobación del Presupuesto 2026 no implica de manera inmediata un aumento de impuestos, sí define cómo se invertirán los recursos que ya aportan los ciudadanos. En el caso del IDU, la apuesta por una infraestructura urbana más eficiente busca que ese aporte se traduzca en menores gastos diarios, mayor productividad y una mejor calidad de vida.
El impacto real en el bolsillo de la población colombiana será progresivo y dependerá, en buena medida, de la ejecución oportuna y eficiente de las obras.
No obstante, el volumen de recursos asignados y la magnitud de los proyectos previstos posicionan a la infraestructura urbana como uno de los factores con mayor capacidad de incidir en la economía cotidiana de los bogotanos durante 2026.