En sectores tradicionales como San Victorino y el barrio 20 de Julio, el movimiento comercial se intensificó en las últimas horas del 31 de diciembre, impulsado por la compra de prendas amarillas, agüeros y elementos simbólicos que, para muchos colombianos, marcan el inicio de un nuevo ciclo.
En San Victorino, uno de los puntos comerciales más concurridos de la ciudad, comerciantes como Luis, explica que el tradicional “cuco amarillo”, prenda infaltable para recibir el año, se consigue desde los 8.000 pesos, con una amplia variedad de estilos, materiales y tallas.
Precio promedio
“El tradicional cuco amarillo que la gente lo ha cogido siempre para fin de año lo conseguimos a partir de $8,000 pesos. Tenemos diversas variedades de estilos, variedades de material. Adicional al tradicional cuco, venimos innovando por los diferentes estilos de prendas”, explicó.
La oferta también incluye pijamas, prendas para niños y artículos pensados para el descanso. Las blusas tienen un precio de 30.000 pesos y las camisetas para caballero, asociadas a la buena suerte, se venden desde los 40.000 pesos.
“Los colombianos acogen mucho estas tradiciones, por eso las ventas se incrementan bastante en esta época”, señaló.
Sector comercial
Entre los compradores, la motivación se repite. Muchos llegan atraídos por las promociones y por el significado simbólico del color amarillo, asociado con la prosperidad, los nuevos comienzos y la buena suerte.
“Comenzando el año con todas, aprovechar las promociones y, pues, nada, los nuevos comienzos“, dijo María, compradora del sector.
La expectativa comercial también se siente en grandes establecimientos. Sebastián Estupiñán, director de mercadeo de Neo, asegura que la jornada es especialmente activa, razón por la cual decidieron abrir desde muy temprano.
“Tenemos todo el stock preparado: ropa amarilla, accesorios y todo lo necesario para que la gente se vista de prosperidad”, afirma.
Desahumerio para el hogar
El recorrido por las tradiciones de fin de año continúa en el barrio 20 de Julio, donde desde la mañana los ciudadanos llegan en busca de kits de baños, desahumerios, espigas y flores amarillas.
Sandra, vendedora del sector, explica que los desahumerios contienen elementos como incienso, mirra, sándalo y citronela, utilizados para limpiar y purificar los hogares, dejando atrás las malas energías. Las espigas y los siete granos, por su parte, simbolizan la abundancia y el alimento durante todo el año.
“Para limpiar, para purificar, para empezar un nuevo año con mejores energías. Sacar todo lo malo. La espiga tradicional, pues para que la espiga, para que no nos falte el alimento durante el año, la abundancia y prosperidad”, dijo.
Los precios accesibles, que van desde los 5.000 pesos, facilitan que más personas mantengan vivas estas costumbres heredadas de abuelos y padres.
Para muchos compradores, estas prácticas representan un acto de fe, agradecimiento y esperanza. Así, entre las tradiciones, Bogotá despide un año y le da la bienvenida al 2026.