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Riesgos del consumo excesivo de analgésicos

Los analgésicos, tanto los de venta libre como los recetados, son ampliamente utilizados para tratar una variedad de dolencias

Publicado:
Actualizado:
Viernes, Abril 5, 2024 - 15:28
Pastillas
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En medio de la búsqueda constante de alivio para el dolor, el consumo excesivo de analgésicos se ha convertido en una preocupación de la salud pública. Aunque estos medicamentos pueden proporcionar un alivio inmediato, su uso excesivo produce riesgos significativos que mantienen en alerta a las autoridades. 

Los analgésicos, tanto los de venta libre como los recetados, son ampliamente utilizados para tratar una variedad de dolencias, desde dolores leves hasta afecciones crónicas. Sin embargo, su consumo en exceso o de forma prolongada puede acarrear una serie de consecuencias negativas para la salud.

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Uno de los principales riesgos asociados con el consumo excesivo de analgésicos es el daño hepático. Muchos de estos medicamentos, especialmente aquellos que contienen acetaminofén o paracetamol, pueden ser tóxicos para el hígado si se ingieren en dosis superiores a las recomendadas. El abuso crónico de estos fármacos puede provocar daño hepático grave e incluso llevar a la necesidad de un trasplante de hígado.

Además del riesgo hepático, el consumo excesivo de analgésicos también puede causar daño renal. Algunos medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE), como el ibuprofeno y el naproxeno, pueden afectar la función renal si se toman en dosis elevadas o durante períodos prolongados. Esto puede conducir a enfermedades renales crónicas e incluso a insuficiencia renal.

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Otro peligro asociado con el uso excesivo de analgésicos es la posibilidad de desarrollar tolerancia y dependencia. Con el tiempo, el cuerpo puede volverse menos sensible a los efectos de estos medicamentos, lo que lleva a la necesidad de dosis más altas para lograr el mismo alivio del dolor. Esta tolerancia puede eventualmente desembocar en la dependencia física y psicológica de los analgésicos, lo que aumenta el riesgo de abuso y adicción.

Es fundamental que tanto los profesionales de la salud como el público en general estén conscientes de estos riesgos y tomen medidas para minimizarlos. 

Se recomienda seguir las indicaciones del médico o farmacéutico al tomar analgésicos, respetando las dosis y la duración del tratamiento prescrito. Además, es importante evitar el uso innecesario de estos medicamentos y explorar alternativas no farmacológicas para el manejo del dolor, como la fisioterapia, la acupuntura y la terapia cognitivo-conductual.

 

Fuente:
Sistema Integrado Digital