Manicure en Bogotá: riesgos de esmaltes semipermanentes con químicos cancerígenos
Expertos alertan que la exposición prolongada a químicos usados en productos de manicura puede ocasionar serias complicaciones de salud.

Una alerta internacional ha puesto bajo la lupa el servicio de manicura semipermanente, ampliamente ofrecido en Bogotá y con costos que superan los $50.000 COP.
Los productos utilizados en esta técnica contienen ingredientes como TPO y DMPT, prohibidos recientemente en la Unión Europea por su potencial riesgo cancerígeno.
El Invima confirmó que ya solicitó una “revisión prioritaria” dentro de la Comunidad Andina para evaluar el impacto de estos compuestos. Aunque en Colombia aún no se han registrado oficialmente reacciones adversas, la advertencia busca prevenir riesgos derivados de exposiciones prolongadas.
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Juan Manuel Pérez, ingeniero químico de la Universidad Manuela Beltrán, explicó que sustancias como los óxidos de fosfina aromáticos (TPO) “están clasificadas como tóxicas sistémicas y, por lo tanto, en largos periodos de tiempo, pueden generar complicaciones a nivel de cáncer”.
El experto advirtió que esos procedimientos estéticos tienen más auge actualmente en Bogotá, por lo que es necesario vigilar si se presentan más reacciones adversas en la capital del país.
Igualmente, precisó que la mayoría de compuestos presentes en estos esmaltes podrían generar efectos similares si se usan de manera continua.
Advertencias para consumidores y profesionales
La preocupación recae sobre un servicio que ha ganado popularidad por su durabilidad y acabado. La manicura tradicional, con precios entre $15.000 y $32.000 COP, apenas resiste siete días.
En contraste, la semipermanente, que puede durar hasta tres semanas, tiene costos de $50.000 a $70.000 COP. Este diferencial ha convertido al procedimiento en la opción favorita de muchos usuarios, pese a los riesgos señalados.
Ante este escenario, los especialistas han emitido recomendaciones claras. Para los usuarios, la orientación de es contundente: suspender definitivamente el uso de estos esmaltes y sustituirlos por opciones convencionales.
El Invima, por su parte, aconseja interrumpir el tratamiento en caso de reacciones en piel o uñas y acudir de inmediato a un médico.
Para los manicuristas, la advertencia se centra en reforzar las medidas de protección. El especialista Juan Manuel Pérez, recomendó utilizar tapabocas y trabajar en espacios ventilados, con el fin de mitigar el impacto durante la manipulación de los productos. Estas acciones son esenciales para reducir la exposición diaria a los compuestos.
La alerta también subraya la importancia de que los clientes exijan herramientas esterilizadas en autoclave y el uso de materiales desechables, como limas de cartón, durante cada procedimiento. Estas medidas contribuyen a garantizar un entorno seguro más allá de la elección del esmalte.
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La manicura continúa siendo una práctica extendida en la ciudad. Sin embargo, la advertencia sanitaria redefine el verdadero lujo: más que brillo o durabilidad, lo fundamental es priorizar la seguridad y el cuidado integral frente a posibles riesgos de salud.