Estas son las cinco lesiones más comunes en Colombia: así puede prevenirlas
Las lesiones se pueden presentar por factores como el sedentarismo, la alimentación inadecuada o una mala postura.

En Colombia, los trastornos musculoesqueléticos constituyen una de las principales razones de consulta médica y ausencias laborales. Según cifras del Ministerio de Salud, cerca del 70 % de la población adulta ha experimentado al menos un episodio de dolor relacionado con este tipo de afecciones durante 2024.
Estos episodios abarcan desde lesiones agudas, como esguinces y fracturas, hasta condiciones crónicas que pueden limitar la funcionalidad o derivar en algún grado de discapacidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) identifica estos trastornos como la primera causa de discapacidad a nivel global. Las cifras indican que millones de personas se ven afectadas de manera directa por dolores que impactan su desempeño diario.
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En el contexto colombiano, su incremento se ha asociado a factores como el sedentarismo, el uso prolongado de dispositivos electrónicos, la alimentación inadecuada y las posturas sostenidas durante el trabajo o el estudio.
Daniel Santiago Mejía, docente del programa de Fisioterapia en la Fundación Universitaria del Área Andina, sede Pereira, indica que estas afecciones pueden desarrollarse en cualquier grupo específico de personas, aunque existen estrategias para disminuir su incidencia.
“Muchas de estas dolencias pueden evitarse con una correcta higiene postural, actividad física regular y cambios en el estilo de vida”, afirma.
Algunas de las lesiones más comunes entre la población colombiana son las siguientes:
Dolor lumbar (lumbalgia)
La zona baja de la espalda es una de las más propensas a presentar dolor, especialmente por la adopción de posturas prolongadas, el levantamiento de cargas sin técnica adecuada o la inactividad física. En este sentido, el fortalecimiento del core y la corrección de la postura son elementos clave en su manejo.
Por otra parte, las intervenciones fisioterapéuticas incluyen ejercicios de estabilización, estiramientos y técnicas manuales para aliviar la molestia.

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Afecciones de rodilla
Los esguinces, las lesiones meniscales y el desgaste articular son los casos más comunes que pueden afectar la rodilla. El tratamiento contempla ejercicios para mejorar el rango de movimiento y fortalecer los músculos estabilizadores.
“Se puede mejorar la movilidad y corregir desbalances musculares con una rutina bien diseñada”, explica Mejía.

Lesiones en el hombro
Hay lesiones que se presentan por sobreuso o movimientos repetitivos como lo son la tendinitis, la bursitis o las luxaciones. Estos casos se manejan mediante ejercicios específicos de fortalecimiento, terapia manual y técnicas de movilización articular. Asimismo, es fundamental evitar la sobrecarga en el hombro para prevenir recaídas.

Esguinces de tobillo
Estos se presentan con frecuencia durante la actividad física o al caminar en superficies irregulares. Estas requieren de un tratamiento que incluya reposo inicial, aplicación de frío local y progresión hacia ejercicios de propiocepción y fuerza para recuperar la estabilidad.

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Síndromes por esfuerzo repetitivo
Estas lesiones afectan con frecuencia a trabajadores que repiten movimientos durante largos periodos, como el uso continuo del teclado o herramientas manuales. La ergonomía en el entorno laboral, junto con pausas activas, se considera fundamental.
“El fortalecimiento muscular y la corrección postural son elementos esenciales para evitar estos trastornos”, agrega el docente.

Acciones para la prevención y control de riesgos
Diversas prácticas pueden reducir el riesgo de desarrollar trastornos musculoesqueléticos. Algunas de ellas incluyen:
- Adopción de una postura neutral al permanecer sentado o al cargar objetos.
- Incorporación de actividad física periódica que permita mantener la funcionalidad muscular.
- Uso de calzado con soporte estructural para proteger tobillos y rodillas ante impactos mecánicos.
Por su parte, Mejía señala que el descanso adecuado, una alimentación balanceada y las pausas activas durante la jornada laboral también son medidas necesarias para mantener un estado físico funcional.
“Estas acciones no solo disminuyen el riesgo de lesión, sino que también promueven una mejor interacción entre sistema músculo-articular y actividad cotidiana”, precisó.