La situación de orden público en varias regiones del país se ha visto gravemente afectada en las últimas horas en medio del denominado paro armado que estaría siendo promovido por el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Ataques armados, amenazas a transportadores, explosivos en vías nacionales y restricciones a la movilidad han generado un clima de zozobra que impacta al menos siete departamentos, según reportes preliminares de las autoridades.
Uno de los hechos más graves se registró en el municipio de Puerto Santander, en Norte de Santander, donde fue asesinado Agustín Pabón, conductor de una ambulancia, en medio de un ataque contra la subestación de Policía de esta población fronteriza.
De acuerdo con la información conocida, el homicidio ocurrió cuando se desarrollaba una acción armada dirigida contra la unidad policial. Las autoridades atribuyen de manera preliminar este hecho a integrantes del ELN, aunque las investigaciones continúan en curso.
En el mismo departamento, organismos de seguridad informaron sobre la desactivación de varios artefactos explosivos que habrían sido instalados en diferentes vías, presuntamente por el mismo grupo armado ilegal. Estas acciones obligaron al cierre preventivo de algunos corredores viales, mientras unidades especializadas del Ejército y la Policía adelantaban labores de verificación y neutralización de riesgos.
Transporte paralizado y temor por secuestros y quema de vehículos
Las consecuencias del paro armado también se han reflejado en la suspensión del transporte intermunicipal. Empresas transportadoras de la provincia de Ocaña y la zona del Catatumbo decidieron cancelar la salida de buses hacia distintos municipios, tras recibir amenazas que advertirían sobre posibles secuestros de pasajeros y la quema de vehículos.
La medida ha dejado a cientos de ciudadanos sin posibilidad de desplazamiento, afectando el comercio, el acceso a servicios de salud y el tránsito habitual entre municipios históricamente golpeados por el conflicto armado.
Operativos militares y consejos de seguridad en varias regiones
Ante el inicio del paro armado, el Ejército Nacional desplegó operativos en varias zonas del país. En el sur de Bolívar, helicópteros han sobrevolado sectores estratégicos, mientras se reporta la militarización de corredores viales considerados de alto riesgo. De manera paralela, varias alcaldías realizaron consejos de seguridad extraordinarios para evaluar la situación y coordinar acciones de prevención.
En San Roque, Cesar, las autoridades reforzaron la seguridad luego de un ataque con explosivos contra la estación de Policía, que no dejó personas heridas. Aunque se investiga una posible relación con el paro armado del ELN, las autoridades no han confirmado de manera oficial la autoría. En el municipio de Pailitas, se reportaron ataques contra vehículos, hechos que dejaron a un conductor levemente lesionado.
Explosión en el peaje La Lizama aumenta la tensión en Santander
Uno de los episodios que mayor alarma generó ocurrió hacia la 1:45 de la madrugada, cuando se registró una fuerte explosión en el peaje La Lizama, ubicado en la vía que comunica a Barrancabermeja con Bucaramanga. De acuerdo con los primeros reportes, una motocicleta cargada con explosivos habría sido detonada en el lugar.
Personas que transitaban por el sector relataron el momento de la explosión. “Acabaron de volar el peaje… qué bombazo, sentí que me mataba eso”, expresó uno de los testigos que se desplazaba por la vía al momento del atentado.
Según información preliminar, dos hombres que se movilizaban en una motocicleta habrían abandonado el vehículo cargado con explosivos luego de intimidar con un arma de fuego a la funcionaria que se encontraba en el cubículo del peaje. La trabajadora resultó lesionada, aunque sin heridas de gravedad, y fue trasladada de inmediato a un centro asistencial.
Las autoridades ordenaron el cierre total de la vía mientras se realizan las labores de inspección y verificación, y recomendaron a los conductores utilizar rutas alternas.
Rechazo oficial y recompensa por información
El gobernador de Santander, Juvenal Díaz, rechazó de manera contundente el atentado ocurrido en el peaje La Lizama, hecho que, según información preliminar, estaría relacionado con el paro armado del ELN. El mandatario expresó su preocupación por las afectaciones a la infraestructura y por la funcionaria herida.
En un pronunciamiento oficial, el gobernador pidió a la Fuerza Pública adelantar las operaciones necesarias para garantizar la seguridad en el departamento. “Pedimos a la Fuerza Pública realizar las operaciones necesarias para que los santandereanos puedan sentirse seguros en estas festividades. No podemos permitir que los grupos armados siembren el terror en nuestro territorio”, señaló.
Por su parte, el secretario del Interior de Santander, Óscar Hernández, anunció una recompensa de hasta 50 millones de pesos para quien suministre información que permita esclarecer lo ocurrido en el peaje La Lizama e identificar a los responsables.
Mientras avanzan las investigaciones, las autoridades mantienen máxima alerta en varias regiones del país, en medio de un paro armado que sigue generando graves afectaciones a la movilidad, la seguridad y la vida de los ciudadanos.