UE evalúa imponer cobro por equipaje de mano en aerolíneas
La medida se enmarca en una revisión integral de los derechos de los pasajeros aéreos en la Unión Europea.

¿Tendrán los pasajeros que pagar por llevar una maleta en cabina? La pregunta, que parecía zanjada por la jurisprudencia europea, ha vuelto a generar polémica esta semana en Bruselas, mientras los embajadores de la Unión Europea preparaban el terreno para la reunión clave del jueves entre los 27 ministros de Transporte del bloque.
Según reveló el medio Euronews, la propuesta más reciente plantea establecer como única pieza gratuita un pequeño bulto que pueda colocarse bajo el asiento, lo que abriría la puerta a cobrar por maletas de mayor tamaño llevadas en cabina, una práctica ya extendida entre aerolíneas de bajo coste.
Desde la Organización Europea de Consumidores (BEUC), su abogado Steven Berger fue tajante: “El Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas ha dejado muy claro que el equipaje de mano forma parte integrante del precio básico del billete”, recordó. “Pedimos normas muy claras. Los pasajeros deben poder llevar una sola pieza de equipaje, una maleta pequeña o una mochila”.
Sin embargo, las compañías aéreas defienden su modelo de negocio. Para Kevin Hiney, portavoz de Airlines for Europe (A4E), que representa al 80% del tráfico aéreo europeo, la propuesta solo busca armonizar criterios: “Las aerolíneas tienen derecho a desagregar sus servicios para ofrecer el mejor paquete posible a los pasajeros”, dijo. Según Hiney, la propuesta impulsada por la presidencia polaca del Consejo de la UE pretende definir claramente las dimensiones del equipaje personal gratuito para asegurar transparencia tanto para los pasajeros como para las aerolíneas.
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En este debate, España se ha posicionado del lado de los consumidores: en noviembre pasado, su gobierno impuso multas por 179 millones de euros a cinco aerolíneas por prácticas abusivas, incluyendo el cobro indebido por equipaje de mano.
La medida forma parte de una revisión más amplia de los derechos de los pasajeros aéreos en la UE, y su aprobación sigue en duda. El clima se tensó aún más cuando la BEUC presentó una denuncia formal ante la Comisión Europea, respaldada por 16 asociaciones de consumidores de 12 países, contra siete aerolíneas de bajo coste.
Menos derechos por retrasos: la otra batalla
Junto con el debate del equipaje, la Comisión Europea también quiere revisar la normativa de compensaciones por retrasos, vigente desde 2004. La propuesta plantea elevar el umbral mínimo de tres a cuatro horas, con un segundo escalón para vuelos más largos, en los que la indemnización podría activarse solo a partir de seis horas.
Hoy, los pasajeros tienen derecho a compensaciones de entre 250 y 600 euros por retrasos de tres horas o más, aplicables a vuelos dentro de la UE o que lleguen a ella si son operados por aerolíneas comunitarias. Esto excluye vuelos hacia Europa operados por compañías de fuera del bloque.
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Las aerolíneas apoyan el cambio. “En caso de avería, encontrar un avión o una tripulación de reemplazo lleva tiempo”, argumenta Hiney. “Ampliar los umbrales nos daría margen para recuperar los horarios de vuelo sin tener que pagar compensaciones inmediatas”.
Pero los defensores de los pasajeros temen un retroceso. “La reforma privaría del derecho a compensación a un gran número de viajeros”, advierte Steven Berger. “Si el texto se aprueba como está, estaremos enviando una señal muy negativa a los consumidores europeos”.
El Consejo de la UE está profundamente dividido. España y Alemania se oponen firmemente a aumentar los umbrales, mientras otros Estados miembros respaldan flexibilizar las compensaciones. Según fuentes diplomáticas, una decena de países formarían una minoría de bloqueo, pero el diseño del paquete legislativo obliga a votar el proyecto en bloque: oponerse a una parte significa rechazar toda la reforma.