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Trump saca a EE.UU. del Acuerdo de París, en vigor desde noviembre

El presidente Donald Trump anunció este jueves la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París contra el cambio climático, por considerar que se trata de un entendimiento "desventajoso" para los trabajadores y los contribuyentes estadounidenses.

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Actualizado:
Jueves, Junio 1, 2017 - 10:58
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AFP

"En el día de hoy, Estados Unidos cesará toda implementación del acuerdo de París y las pesadas cargas financieras y económicas impuestas a nuestro país", dijo Trump durante una ceremonia en los jardines de la Casa Blanca.

Sin embargo, el mandatario buscó dejar abierta una puerta, al afirmar que su gobierno está dispuesto a negociar un nuevo acuerdo.

"De forma que estamos saliendo pero vamos a comenzar a negociar y veremos si podemos alcanzar un acuerdo justo. Si podemos, será excelente. Si no podemos, también. Como presidente, no puedo poner otra consideración por delante del bienestar de los estadounidenses", expresó.

Como resultado de esta decisión, Trump dijo que todos los compromisos no vinculantes adoptados por la adhesión al acuerdo cesarán "el día de hoy", con efecto inmediato.

- Un "rechazo al futuro" -

En tanto, el expresidente Barack Obama, uno de los negociadores fundamentales del Acuerdo de París, afirmó en una nota que la decisión de retirarse del entendimiento global es un "rechazo al futuro".

"Incluso con la ausencia del liderazgo estadounidense, incluso cuando este gobierno se une a un puñado que rechazan el futuro, tengo confianza de que nuestros estados, ciudades y empresas saldrán adelante y harán ahora más en liderar el camino y proteger el futuro de generaciones del único planeta que tenemos", indicó Obama en un comunicado.

El alcance de esta decisión llega mucho más allá del tema climático ya que da una indicación sobre el lugar que Estados Unidos aspira ocupar en la arena internacional en los próximos años.

En un artículo de opinión publicado el miércoles por el Wall Street Journal, dos de los principales asesores del presidente, el general H.R. McMaster y Gary Cohn, aseguraron, en referencia al eslogan de campaña, que "Estados Unidos primero" no quiere decir "Estados Unidos solo".

Salir del pacto de París dejará por mucho tiempo a Estados Unidos en una posición poco confortable a nivel internacional.

Para Mitt Romney, candidato republicano a la Casa Blanca en 2012, la decisión tendrá consecuencias a largo plazo: "Se trata también del lugar de Estados Unidos como líder mundial".

- Pekín defiende el Acuerdo de París -

Poco antes del anuncio, China y la Unión Europea defendieron con vigor el Acuerdo de París, que apunta a limitar el alza de la temperatura global "por debajo de 2ºC" con respeto a la era pre-industrial.

Desde Berlín, en donde se reunió con la canciller Angela Merkel, el primer ministro chino, Li Keqiang, aseguró que su país respetaría el compromiso. "Pero, por supuesto, esperamos contar con la cooperación de los demás", añadió.

Pekín fue, junto con el gobierno estadounidense de Obama, uno de los principales artífices del acuerdo histórico de diciembre de 2015.

Merkel consideró, en declaraciones a la prensa, que el acuerdo es "esencial".

Rusia, uno de los países que más contaminan, firmante del pacto, consideró que la ausencia de "actores esenciales" podría complicar su aplicación.

"La aplicación de esta convención en ausencia de actores esenciales será más complicada, pero por el momento no hay alternativa", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

Los responsables de la Unión Europea adoptaron un tono menos diplomático.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, estimó que retirarse del pacto sería inaceptable. "Soy partidario de la relación trasatlántica, pero si el presidente estadounidense anuncia en las próximas horas que quiere salir del Acuerdo de París, el deber de Europa será decirle: eso no está bien así".

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, instó a Trump a permanecer en el Acuerdo de París. "Por favor, no cambie el clima (político) para peor", tuiteó.

- Largo procedimiento para salir -

El tema dividió profundamente en la cumbre del G7 de la semana pasada en Italia. Todos sus participantes, con la excepción de Trump, reafirmaron su compromiso con el texto de París.

El artículo 28 del acuerdo, que permite a las partes firmantes salir del pacto, pero dado el procedimiento previsto la salida sería efectiva únicamente en 2020.

Otra solución, aún más radical, podría ser la salida de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

El objetivo de Estados Unidos, fijado por la administración de Obama, es una reducción de 26% a 28% de las emisiones de gases con efecto invernadero para 2025, en relación a 2005.

Obama incluso aludía regularmente a la "carrera contrarreloj" en la que la comunidad internacional se lanzó para intentar limitar los efectos más devastadores del cambio climático.

-¿Qué es el Acuerdo de París?-

Destinado a sustituir en 2020 al Protocolo de Kioto, el Acuerdo tiene como objetivo "mantener la temperatura media mundial por debajo de dos grados centígrados respecto a los niveles preindustriales".

No obstante, el texto recoge que los países se comprometen a llevar a cabo "todos los esfuerzos necesarios" para que no se rebasen los 1,5 grados y evitar así "los impactos más catastróficos del cambio climático".

Se da la circunstancia de que por primer vez, el Acuerdo de París ha hecho coincidir a los países más contaminantes y a los más vulnerables.

El Acuerdo de París, en vigor desde el 4 de noviembre de 2016, es el primero global contra el cambio climático.

Para su efectividad era necesario la ratificación del mismo por parte de al menos 55 países representantes del 55% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.

Esa meta se alcanzó el pasado 5 de octubre, cuando la Unión Europea (UE), que representa el 12% de las emisiones, hizo entrega de los documentos de ratificación del Acuerdo en la sede de la ONU. Hasta ese momento, los 61 países que ya lo habían ratificado sumaban el 47,7% de las emanaciones globales.

Firmado el pasado 22 de abril como primer paso hacia la ratificación, el Acuerdo de París fue adoptado el 12 de diciembre de 2015 en la capital francesa por los 195 países signatarios de la Convención Marco de la ONU sobre cambio climático y la Unión Europea, en el transcurso de la 21 Conferencia de las Partes (COP21).

El Protocolo de Kioto de 1997 estableció objetivos de emisiones solo para países desarrollados, una de las razones por las que EEUU decidió no participar en ese pacto, que está en vigor desde 2005.

El Acuerdo de París es legalmente vinculante en su conjunto, no lo es sin embargo en buena parte de su desarrollo (las llamadas decisiones) y tampoco lo es en los objetivos nacionales de reducción de emisiones.

Su fuerza reside en el mecanismo con el que periódicamente deben revisarse los compromisos de cada país y esto sí es jurídicamente vinculante.

Cada país está obligado a rendir cuentas de su cumplimiento, y a renovar sus contribuciones al alza cada cinco años. Los estados que quieran, pueden usar mecanismos de mercado (compraventa de emisiones) para cumplir los objetivos de emisión.

La primera revisión de las contribuciones tendrá lugar en 2018 y la primera actualización de las mismas en 2020.

El Acuerdo no establece sanciones por incumplimiento, pero sí fija un comité que diseñe un mecanismo transparente para garantizar que se cumplen los compromisos adquiridos y advertir antes de expirar los plazos si puede o no cumplirse lo acordado.

Además, con este acuerdo los países se comprometen a conseguir "un equilibrio entre los gases emitidos y los que pueden ser absorbidos" en la segunda mitad de siglo, es decir, que no se pueden producir más emisiones que las que el planeta pueda absorber, bien por mecanismos naturales o por técnicas de captura o almacenamiento geológico.

En cuanto a la financiación, el nuevo Acuerdo de París obliga a los países desarrollados a contribuir a financiar la mitigación y la adaptación en los Estados en vías de desarrollo, y anima a los estados que se encuentren en condiciones económicas de contribuir a que efectúen aportaciones voluntariamente.

En este sentido, la intención de financiar debe ser comunicada dos años antes de transferir los fondos.

Según el Acuerdo, el compromiso radica en lograr que para 2025 se movilicen 100.000 millones de dólares anuales, aunque se fija una revisión al alza para antes de ese año.

En un principio, Estados Unidos y China, buscaron "liderar" la lucha contra el cambio climático y se fijaron metas de reducción de emisiones.

China, por su parte, prometió impedir el crecimiento de gases invernadero a partir de 2030 y EEUU, que se comprometió entonces a recortarlos entre un 26 y un 28% respecto a los niveles de 2005, cambió su posición tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en enero de 2017.

Si la decisión de Trump se traduce finalmente en la retirada de EEUU del Acuerdo, el artículo 28 del mismo establece que la salida no se produciría oficialmente hasta pasados cuatro años. Según ese artículo, solo se puede solicitar la retirada tres años después de la entrada en vigor del Acuerdo y un año después de la notificación por escrito al Secretario General de la ONU.

Atrás queda la asociación de EEUU y China, los países más contaminantes del mundo -entre los dos suman cerca del 40 % de las emisiones globales-, contra el cambio climático. En un principio fue éste el punto de mayor consenso, el mismo que les llevó a ratificar el 3 de septiembre de 2016 juntos, en un acto en la ciudad china de Hangzhou, el Acuerdo de París.

El 22 de junio de 2016, el Acuerdo de París y la Convención Marco de la ONU sobre el cambio climático (UNFCC) fueron galardonadas con el Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional, máxima distinción que se otorga en España.

Con información de AFP y EFE