Donald Trump «cree» que los días de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela están contados, restando importancia a la posibilidad de una guerra contra países latinoamericanos, según una entrevista concedida el domingo a la cadena estadounidense CBS.
Al preguntársele si los días de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela estaban contados, el presidente estadounidense respondió: «Diría que sí, diría que sí».
«¿Está Estados Unidos en guerra con Venezuela?», le preguntaron a Donald Trump. «Lo dudo, no lo sé», declaró.
Sobre ese mismo tema y la posibilidad de una guerra con Venezuela, Trump indicó que: "Lo dudo. No lo creo. Pero nos han tratado muy mal", tras lo que resaltó el tráfico de drogas y la inmigración ilegal de criminales venezolanos a su país.
Posteriormente, al ser consultado por la periodista Norah O’Donnell sobre posibles ataques de Estados Unidos a objetivos en territorio venezolano, el mandatario norteamericano manifestó que no quería decir “si es verdad o no” y añadió que no le revelaría “a una reportera si voy a atacar o no”.
Previamente, al descender del Air Force One y ser preguntado por posibles planes concretos de Estados Unidos para un ataque a Venezuela, respondió de manera similar.
"Mire, ya veremos lo que pasa con Venezuela", afirmó y retomó el argumento de que el régimen de Venezuela "envió miles de personas de cárceles, instituciones mentales, y adictos a las drogas".
Paralelo a esto, le cuestionaron sobre el despliegue del Comando Sur en el Caribe, principalmente sobre la presencia del portaaviones USS Gerald Ford, que es el más grande y sofisticado, y que puede sugerir una operación aérea, Trump dijo con ironía que "tiene que estar en alguna parte, es muy grande".
Trump, y su secretario de Estado, Marco Rubio, negaron el viernes que Estados Unidos se esté preparando para atacar a Venezuela, pese al indiscutible incremento de la presión militar sobre Caracas.
La campaña de ataques aéreos lanzada en septiembre contra embarcaciones sospechosas de narcotráfico en el Caribe, presentada por Washington como una lucha contra el narcotráfico, está exacerbando las tensiones regionales, particularmente con Venezuela. Los seis ataques aéreos han causado al menos 65 muertes.