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El papa Francisco presidió una misa en el santuario de Loreto (Italia), este lunes. Después de la ceremonia, el sumo pontífice recibió a un grupo de feligreses.
Algunos, mientras lo saludaban, trataron de besarle el anillo, pero el papa Francisco retiró la mano para evitar que lo hicieran. Esta situación quedó registrada en un video publicado por Vatican News en YouTube, y rápidamente se volvió un tema muy comentado en redes sociales.
El papa Francisco, sin embargo, no apartaba la mano cuando solo se la estrechaban e incluso abrazó a los feligreses que así se lo pedían.
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El gesto de rechazo a los besos ha generado una gran discusión en redes sociales, pues mientras algunos creen que se trata de un acto de soberbia, otros opinan que es todo lo contrario: que el papa Francisco solo quiere mostrarse más cercano a la gente.
Vida Nueva, un medio especializado en noticias sobre el catolicismo, consultó a una persona (no identificada) que supuestamente fue cercana al papa Francisco cuando este vivía en Buenos Aires (Argentina).
Esa persona aseguró que el sumo pontífice “siempre odió” actitudes de reverencia como la de besar el anillo: “Jamás lo permitió. Se hacía llamar padre Jorge para que nadie le dijera monseñor o cardenal. Está harto de que no entiendan que su Iglesia es servicio, nada más y nada menos”.
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Otros medios italianos, como El Corriere della Sera, coinciden en esa explicación: “A Francisco no le gusta mucho este saludo, lo considera una forma excesiva de reverencia”.
No es la primera vez que el papa Francisco hace algo similar. En enero de 2018, cuando se despedía de su visita a Perú, el entonces mandatario de ese país, Pedro Pablo Kuczynski, intentó besarle el anillo, pero el sumo pontífice empujó su mano rápidamente hacia abajo y la puso firme para un apretón de manos.
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Este video muestra el momento en que el papa evita que le besen el anillo (minuto 58:01)
El anillo del papa
El anillo del papa se conoce como ‘anillo del pescador’ y se funde con los restos del que deja su antecesor cuando muere. Tradicionalmente es de oro. Pero Benedicto XVI, el papa anterior a Francisco, no dejó el pontificado por muerte, sino por decisión propia. Así que el anillo de Benedicto XVI no fue destruido, sino anulado (lo rallaron con una cruz).
Francisco, por su parte, cuando asumió como sumo pontífice de la iglesia católica pidió que el nuevo anillo del pescador fuera de plata dorada y no de oro, como símbolo de austeridad.
Sin embargo, la mayoría de las veces no lo usa: prefiere el que portaba cuando era obispo de Buenos Aires, o uno que, según Infovaticana, mandó a hacer en Barcelona. Cuando vino a Colombia, de hecho, no tenía el anillo del pescador, sino uno plateado.
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