En Venezuela, pensionados y amas de casa ingresan al Ejército tras tensiones con EE. UU.
Tres destructores estadounidenses de parquearon en aguas internacionales frente a la frontera venezolana

Caracas amaneció este fin de semana con largas filas en plazas, edificios públicos y cuarteles, donde amas de casa, jubilados, funcionarios y reservistas respondieron al llamado del presidente Nicolás Maduro para inscribirse en la Milicia Bolivariana. La convocatoria surge en medio de lo que el mandatario describió como “amenazas insólitas, extravagantes y estrafalarias” de Estados Unidos, que recientemente duplicó a 50 millones de dólares la recompensa por su captura y desplegó buques de guerra frente a las costas del país sudamericano.
Los centros de registro se instalaron incluso en el Palacio de Miraflores y en el Cuartel de la Montaña, donde reposa el mausoleo del fallecido expresidente Hugo Chávez. Allí, hombres y mujeres de distintas edades expresaron públicamente su disposición de defender al país. “Estoy aquí para servir a nuestro país. No sabemos qué pueda pasar, pero debemos prepararnos y seguir resistiendo”, declaró Óscar Matheus a CBS News, un auditor de 66 años. Por su parte, Rosy Paravabith, de 51, afirmó: “La patria nos llama. Nuestro país nos necesita”.
El gesto, que combina demostración de fuerza y propaganda política, se produce cuando Washington insiste en que Maduro dirige el denominado Cártel de los Soles, organización a la que acusa de narcotráfico y terrorismo. En septiembre pasado, las autoridades estadounidenses incautaron un avión vinculado al mandatario, alegando violación de sanciones. Ahora, el despliegue de barcos en el Caribe incrementa las tensiones en una región ya marcada por crisis migratorias y sanciones económicas.
Lea además: Rusia condena a 19 años de cárcel a un narcotraficante colombiano
Maduro, quien calificó estas acciones como un “intento ilegal de cambio de régimen”, aseguró que la Milicia Bolivariana cuenta con más de 4,5 millones de efectivos listos para actuar. Sin embargo, cifras independientes, como las del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, situaban en apenas 343.000 los miembros activos en 2020, lo que alimenta dudas sobre la magnitud real de la fuerza.
En los actos de registro, los voluntarios vieron un documental sobre el bloqueo naval europeo de 1902-1903, presentado como antecedente histórico de resistencia nacional. Luego pasaron a una sala de exhibición con armas de distintos orígenes: una ametralladora estadounidense, un lanzagranadas sueco, un lanzacohetes soviético y una ametralladora belga. Un teniente del Ejército instruyó sobre su uso mientras algunos asistentes planteaban preguntas curiosas. “¿Es posible fotografiar el cielo?”, consultó un voluntario. “Es mejor dispararle directamente”, respondió el militar.
El clima en las calles combina incertidumbre con ironía. Mientras el oficialismo insiste en la necesidad de “defender la patria”, sectores de la oposición han exhortado a no sumarse al llamado, advirtiendo que se trata de una estrategia propagandística más que de un plan militar efectivo. Aun así, jóvenes como Jesús Bórquez, de 19 años, declararon: “Quiero defender la patria”, y mayores como Omaira Hernández, de 78, manifestaron: “Sé que por mi edad no voy a portar un fusil, pero estoy dispuesta a ayudarlos”.
No se pierda: Israel bombardea posiciones de rebeldes hutíes en Saná, Yemen
La milicia, que adoptó como saludo oficial el grito “¡Chávez vive!”, refleja la politización de las Fuerzas Armadas en Venezuela desde que el expresidente socialista llegó al poder en 1999. Hoy, en pleno pulso con Washington, Maduro recurre a ese legado para reforzar la imagen de resistencia frente a lo que califica como “agresión imperialista”.