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La campeona del mundo con la selección femenina de España, Jennifer Hermoso, declaró este lunes en el juicio contra el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, a quien acusa de agresión sexual y coacción por el beso no consentido que le dio tras la final del Mundial Femenino en agosto de 2023.
"Sabía que me estaba besando mi jefe y esto no ocurre ni debe ocurrir en ningún ámbito laboral o social", declaró Hermoso ante el tribunal. "Me sentí poco respetada. Fue un momento que manchó uno de los días más felices de mi vida y en ningún momento busqué ese acto ni lo esperé", añadió.
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El beso, captado por las cámaras durante la ceremonia de entrega de medallas, se volvió viral y generó indignación dentro y fuera de España. El incidente desató una ola de protestas en varias ciudades del país, donde manifestantes denunciaron la persistencia de una cultura de misoginia en el deporte y en la sociedad española.
Los fiscales han solicitado una pena de dos años y medio de prisión para Rubiales. El exdirigente, de 47 años, ha defendido en repetidas ocasiones que el beso fue "mutuo", aunque Hermoso ha negado rotundamente esa versión.
El lunes, la jugadora de 34 años también reveló que Rubiales intentó presionarla para que hiciera una declaración minimizando el incidente en medio de la reacción pública en su contra. "Y yo le dije que no, que no iba a hacer nada. Le dije que lo sentía, pero que no lo iba a hacer", afirmó.
Hermoso concluyó su testimonio con un mensaje que dejó en evidencia el impacto del caso en su vida personal: "Hasta hoy parece que mi vida ha estado en 'stand by', honestamente no he vivido libremente".
El juicio, que comenzó este lunes, continuará con la declaración de Rubiales el próximo 12 de febrero y se prevé que se extienda hasta el 19 de febrero.
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