Colombiano fue detenido 45 días en una cárcel de EE. UU.: “Fue una pesadilla, no veíamos el sol”
El hombre, identificado como Jorge, contó que las celdas eran de 2x3 metros, 30 horas sin salir, y les daban una comida que en ocasiones era incomible.

Condiciones inhumanas y un sistema colapsado
Fue trasladado a una cárcel en Hamilton, Ohio, un centro federal que describió como un lugar de máxima seguridad, en el que pasó 45 días encerrado. “Fue una pesadilla. Como se ve en las películas. Un encierro total, sin ver el sol. Horrible por todos lados”, relató.
Jorge detalló las condiciones de detención: celdas de 2x3 metros, 30 horas sin salir, y una comida que en ocasiones era incomible. “Cuando nos dejaban salir, era entre dos y cuatro horas a un corredor también cerrado. Al menos uno veía a otros presos. Pero la comida era mala, a veces medio dañada”.
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Según denunció, su reclusión ocurrió porque los centros de detención de migración estaban saturados, por lo que lo enviaron a una cárcel común. Allí convivió con personas detenidas por delitos penales, a pesar de no tener antecedentes judiciales.
Durante su detención, Jorge fue testigo de momentos extremadamente duros, como el suicidio de dos compañeros, uno de ellos una mujer de Guatemala. “No se lo deseo a nadie. Esa desesperación, ese estrés... Fue muy duro. Vi a dos personas quitarse la vida porque no aguantaban más”, dijo conmovido.
Regreso forzado a Colombia y temor por su familia
Su situación también afectó profundamente a su familia. Su esposa decidió regresar anticipadamente a Colombia con su hija de seis años por el miedo a que el Estado les quitara la custodia de la menor. Jorge se autodeportó el 17 de junio y regresó a Colombia un mes después, el 17 de julio.
“Fue una decisión difícil, pero necesaria. Llevábamos casi tres años en Estados Unidos y siempre intentamos hacer todo bien”, explicó. También mencionó que había conocido a personas que llevaban hasta ocho años esperando su audiencia de asilo, lo que refleja la lentitud del sistema migratorio estadounidense.
“Lo que viví fue una injusticia. Yo oro todos los días para que ninguna otra persona pase por esto. Hay muchas familias esperando una respuesta justa, en condiciones difíciles, y con la esperanza de un mejor futuro”, concluyó Jorge.
*Este contenido fue hecho con ayuda de Inteligencia Artificial.