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El Boeing 787 con más de 200 personas a bordo se estrelló contra una residencia estudiantil en Ahmedabad, India, poco después de despegar con rumbo hacia el Reino Unido. Casi todos los pasajeros y tripulantes murieron, dejando al menos otras cinco víctimas mortales en tierra y decenas de heridos.
Sin embargo, el hallazgo de un sobreviviente a la catástrofe suscita nuevas preguntas sobre la seguridad en los aviones y la posibilidad real de sobrevivir a un evento de este tipo. Esto teniendo en cuenta que el hombre incluso salió por sus propios medios, según los primeros reportes.
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El jefe de la Policía de Ahmedabad, G.S. Malik, confirmó el hallazgo de una persona con vida que fue identificada como Ramesh Viswashkumar, quien se encontraría ubicado en el asiento 11A del avión siniestrado y que fue trasladado a un hospital local tras salir caminando por su cuenta de entre los escombros.
¿Y qué pasa con las alas y las salidas de emergencia?
Otra zona que podría ofrecer cierta ventaja, según Cheng-Lung Wu, profesor de aviación en la Universidad de Nueva Gales del Sur, son los asientos cercanos a las alas. Esta sección del avión está reforzada estructuralmente y está próxima a las salidas de emergencia. Esto facilita una evacuación más rápida, siempre y cuando el pasajero no esté en la fila de salida de emergencia, donde la prioridad es ayudar a otros antes de evacuar.
Sin embargo, Wu y Adjekum coinciden en advertir un riesgo importante: los tanques de combustible están ubicados bajo las alas, y si bien las aeronaves suelen vaciar parte del combustible antes de un aterrizaje de emergencia, existe el peligro de incendio o emanación de humo. En estos casos, evacuar en menos de 90 segundos es crucial.
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La verdad sobre volar: es seguro, aunque no infalible
A pesar del impacto mediático de los accidentes aéreos, los expertos reiteran que volar sigue siendo una de las formas de transporte más seguras. Según el Journal of Air Transport Management, citadas por Air Science, la probabilidad de morir en un vuelo comercial en Estados Unidos es de 1 en 13,7 millones. Además, el 94% de los accidentes entre 2001 y 2017 tuvieron una tasa de supervivencia del 100%, de acuerdo con datos de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés).
“No hay un asiento mágico que garantice la supervivencia”, concluye Adjekum. “Pero estar alerta, saber dónde está la salida de emergencia y seguir las instrucciones puede aumentar significativamente tus probabilidades”.
Adjekum señala que, en ese tipo de escenarios, el fuselaje puede dividirse en dos y gran parte de la energía cinética se concentra en la parte delantera, que tiende a avanzar violentamente. “En ese caso, la parte trasera del avión es más segura”, asegura.
Este análisis coincide con un estudio citado por la revista Time, que examinó datos de la Administración Federal de Aviación de EE.UU. (FAA). Su investigación, publicada en 2015, encontró que los pasajeros ubicados en el tercio trasero del avión tenían una tasa de mortalidad menor: 32% frente al 38% en el tercio medio y 39% en el tercio delantero.
Lo curioso del caso del sobreviviente del vuelo de Air India es que justamente se encontraba en esa minoría de 32 por ciento del tercio delantero del Boeing 787 Dreamliner, por lo que habrá que esperar a saber más detalles de cómo logró salir con vida para llegar a alguna conclusión.
Las autoridades aún no han confirmado su estado de salud ni el número total de fallecidos del vuelo, en el que viajaban ciudadanos de diversas nacionalidades, pero desde ya muchos vuelven a preguntarse cuál es el asiento más seguro en un avión en un caso como este.
¿Hay un asiento más seguro en caso de accidente?
En entrevista con el portal Live Science, el doctor Daniel Kwasi Adjekum, investigador en seguridad aérea de la Universidad de Dakota del Norte, explica que la seguridad implica muchos factores: “Todo depende de la dinámica del accidente”, dice.
Según él, en colisiones de baja energía y ángulo leve —como cuando un avión se sale de la pista al aterrizar—, la ubicación dentro del avión puede marcar la diferencia, lo que podría explicar en parte el caso de Viswashkumar, pues, si bien el avión ya había decolado, se vino abajo tan solo instantes después del despegue, sin haber ganado mucha altura y velocidad.
