La momia, la cual cual tiene unos afilados dientes y un cráneo algo extraño, tiene a los científicos confundidos, llevándolos a cuestionarse si están ante una nueva criatura.
Sin embargo, estudiosos del tema no descartan que puedan estar ante un felino, teniendo en cuenta que civilizaciones antiguas adoraban a los gatos como dioses y a su vez los momificaban.
Quien halló el extraño espécimen fue Abdullah Ozturk, un herrero que decidió exponerla, despertando desde entonces la curiosidad de los visitantes.