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Ante la sorpresa que causó el anuncio de la no participación de la actual señorita Colombia, María Fernanda Aristizabal, en el certamen de Miss Universo Internacional, La FM indagó sobre la empresa que dice haber asumido la franquicia del evento y que desde ya puso nuevas reglas de juego.
El 18 de marzo de 2020 fue creada en Barranquilla la Sociedad por Acciones Simplificadas Miss Universe SAS, representada legalmente por la exseñorita Atlántico, Natalie Ackerman Montealegre. Como gerentes suplentes de Natalie Ackerman sólo figuran Oliver Ackerman, su hermano, y María Elvira Castro Montealegre, una familiar.
La empresa que habría comprado o adquirido la franquicia internacional del certamen, que se presume costosa, formalmente está avaluada en $10.000.000, la mitad de ese dinero en activos y la mitad en patrimonio. Todas las acciones están en nombre de la señora Natalie Ackerman, por cinco millones de pesos.
Entre los objetos de su empresa se encuentran elegir a una reina y una virreina, contribuir en obras sociales para "las clases más necesitadas"; realizar todo tipo de actividades y negocios relacionados con productos y servicios de belleza facial y corporal; "contribuir al enaltecimiento de la mujer colombiana" y a la "unidad nacional", y suscribir cualquier tipo de negocio lícito.
La nueva organización que asumió las riendas del certamen internacional en Colombia es una empresa, de momento muy pequeña, y con domicilio en un apartamento al norte de Barranquilla.
Miss Universe Colombia SAS ha generado polémica en las últimas horas por impedir la participación de mujeres transgénero en el certamen pese a que sus estatutos propender por la unidad nacional. Fue duramente criticada por Ángela Ponce, mujer trans que se convirtió en la primera Miss Universo España.
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