Este lunes 15 de diciembre se vence el primer plazo legal para alcanzar un acuerdo sobre el incremento del salario mínimo para 2026. Será en la Mesa de Concertación de Políticas Laborales y Salariales donde se tendrá que definir el tema en medio de un panorama marcado por la lejanía entre las posiciones de trabajadores que propusieron un 16% y empresarios, que presentaron un 7.21% lo que aumenta la probabilidad de que el ajuste sea definido finalmente por decreto del Gobierno Nacional.
Así lo advirtió el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Fabio Arias, quien afirmó que crece la expectativa alrededor de esta reunión para lograr una concertación inicial. De no alcanzarse un consenso, se abriría el camino para que el Ejecutivo tome la decisión de manera unilateral.
Arias aseguró que las centrales obreras solo estarían dispuestas a sentarse nuevamente a negociar si la propuesta empresarial supera los dos dígitos. “Si los empresarios suben a dos dígitos, no importa cuál número pero si es mayor del 11% sería un gran paso, nosotros nos sentaríamos a conversar a ver si somos capaces de hacer un acuerdo. Pero si no suben a dos dígitos, ni nos sentemos”, señaló.
Distancia de posiciones
El dirigente sindical fue enfático al calificar como “total” la distancia con los gremios empresariales y cuestionó la propuesta de aumento del 7,2 %, al considerar que no responde a las necesidades reales de los trabajadores. “Si a Cabal le parece generoso 7,21, entonces ¿qué será no generoso? No tiene nada de generosidad”, afirmó.
Arias manifestó que ve altamente probable que el salario mínimo de 2026 sea definido por decreto.
“Creo que no va a haber acuerdo y que el Gobierno va a quedar con las manos libres para definir el incremento salarial”, sostuvo, al tiempo que expresó su expectativa de que el Ejecutivo adopte una decisión “generosa” frente a los trabajadores.
Las centrales obreras mantienen su propuesta de un aumento del 16 %, respaldada, según Arias, en estudios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre el salario mínimo vital. Incluso, anunció la realización de una audiencia pública el mismo 15 de diciembre en horas de la mañana, en la que esperan que la OIT exponga estos análisis como sustento técnico de la petición sindical.
Sigue la negociación
La reunión de la mesa de concertación está citada para después de las 2 de la tarde.
Por su parte, el presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Jorge Bedoya, defendió la postura empresarial y reiteró que el gremio mantiene el espíritu de concertación.
Bedoya destacó que la reunión sostenida con el ministro del Trabajo y el equipo de Gobierno fue “franca” y realizada con disposición al diálogo.
El dirigente gremial subrayó que la discusión del salario mínimo no solo impacta a los 2,4 millones de trabajadores que devengan el mínimo, sino también a más de 11 millones de personas que ganan menos de ese ingreso y a los 13 millones de colombianos que se encuentran en la informalidad laboral.
“Una mala decisión puede tener un impacto negativo en todo el mercado laboral colombiano”, advirtió.
Frente a la exigencia de las centrales obreras de elevar la propuesta empresarial a dos dígitos, Bedoya fue claro en que no aceptarán condicionamientos para sentarse a negociar. “Esta comisión debe llevarnos a todos a la mesa, no a un trueque de posiciones numéricas. Nuestro análisis se basa en variables que afectan a toda la economía”, explicó.
El presidente de la SAC confirmó que las conversaciones continuarán el lunes en una reunión tripartita, convocada con el Ministerio del Trabajo, en la que se intentará acercar posiciones antes de que el Gobierno deba definir el incremento por decreto.
Con el reloj en contra y posturas aún distantes, el debate sobre el salario mínimo para 2026 se perfila como uno de los más tensos de los últimos años, en un escenario donde la concertación parece cada vez más difícil y la decisión final podría quedar en manos del Ejecutivo.