En primera medida, se dispuso de un batallón de combate terrestre, combinado con mecanismos de interdicción criminal para atacar con fuerza las estructuras que generan cocaína y así golpear todos los eslabones contra el narcotráfico. Este batallón tendrá cerca de seis mil efectivos de la fuerzas; tres mil que ya estaban, y tres mil que se incorporarán.
Según el coronel Walter Adrián Giraldo, comandante de la Brigada Especial Contra el Narcotráfico, el objetivo es afectar la cadena ligada a la producción y comercialización de droga, esto a través de las operaciones de interdicción.
Para esto, también se inauguraron dos alojamientos para los Soldados de la Brigada Especial Contra el Narcotráfico y que se construyeron con el apoyo del Gobierno de Estados Unidos.