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Centro de Medellín: una selva de cemento de 6 mil habitantes de calle

Día a día, cientos de vidas se pierden entre las drogas y el alcohol. El centro de Medellín refleja un problema de país: la pobreza, la desigualdad y las adicciones.

Actualizado:
Martes, Febrero 27, 2018 - 21:04
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Carlos Carmona / LA FM

Escuche la crónica de Carlos Carmona, periodista de LA FM:

Centro de Medellín: una selva de cemento de 6 mil habitantes de calle

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Aunque a mediados de año Medellín alcanza una ocupación hotelera de hasta el 90 por ciento, gracias a eventos como Colombiamoda y la Feria de las Flores, en el centro de la ciudad se lucha para darles confianza a los visitantes.

Sitios insignias como el Parque de Botero, el Museo de Antioquia, el Parque Berrío y la avenida La Playa, suelen ser un referente de atracos y homicidios y no de esparcimiento y cultura.

En estos lugares, según la Policía, la cifra supera los 6 mil habitantes en situación de calle. Jaime Rodríguez fue uno de ellos. Cayó en las calles cuando tenía 16 años, y hoy tiene 36. Durante dos décadas su alimento fueron las drogas y su hogar las aceras y cambuches.

Hasta hace seis meses, Jaime estaba en situación de calle, viviendo del rebusque en los sectores de la Veracruz y Guayaquil. Solo sobrevivía por la esperanza de conseguir dinero para consumir drogas, de esas que se consiguen en cualquier esquina del centro de la ciudad.

Al preguntarle cuál fue su peor experiencia durante los 20 años que vivió en la calle, Jaime sonríe. Agradece no haber recibido una puñalada, ni haber quedado con enfermedades en los pulmones por el humo o en los ojos por el alcohol. Sin embargo, reconoce que la peor secuela es haber perdido a su familia, a su esposa y a su hijo, quien hoy tiene 11 años.

Por su parte, el coronel Héctor Adolfo Mora, comandante operativo de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, reveló una cifra sorprendente: el centro de la ciudad ya puede tener hasta 6 mil habitantes de calle. Reconoce que esto genera una percepción de inseguridad, pues el impacto visual por si solo les genera temor a los visitantes.

Algo distinto piensa Pilar Velilla, gerente del centro de Medellín, quien no cree que en la Comuna 10 Candelaria haya 6 mil habitantes de calle. Afirma que esta población no es la mayor responsable de la inseguridad, sino las bandas delincuenciales.

Recientemente, el mismo gobernador de Antioquia, Luis Pérez, criticó la falta de acciones para recuperar la seguridad en el centro. Se mostró extrañado por la gran cantidad de atracos y habitantes de calle. Por eso, propuso militarizar los parques emblemáticos, propuesta que no se consolidó, pero que sí desencadenó un aumento de cuadrantes de policía, ordenado por el alcalde de la ciudad.

Jaime Rodríguez logró salir de las calles y hoy se rehabilita en una de las granjas Somos Gente de la Alcaldía de Medellín. Desde allí, les envió un mensaje a las 6 mil personas que aún no toman esa decisión, les dijo que la calle "solo es amargura" y que siempre habrá otros caminos.

Con su uniforme puesto, Jaime aprende carpintería y ya sabe cultivar cebollas y lechugas. Con energía y mejor estado físico, nos contó que su sueño es rehabilitarse y conseguir trabajo en Emvarias, ayudando a limpiar las calles, las mismas que habitó durante 20 años.

Tras seis meses de rehabilitación, Jaime Rodríguez está a solo 40 días de recibir el diploma que lo certificará para poder acceder a un empleo con la Alcaldía. Cuenta que ahora valora su vida y que su mayor sueño es estar con su hijo, recuperando los 11 años que dejó de verlo crecer, por habitar en las calles.

Galería: Jaime Rodríguez, después de vivir 20 años en las calles, está a 40 días de rehabilitarse: 

 

La problemática del centro de Medellín y sus habitantes de calle, refleja la desigualdad de la ciudad, la pobreza, la estigmatización y el gran daño que hacen los vendedores de droga. En este sector, 103 personas fueron asesinadas el año pasado.

Hoy, Jaime Rodríguez, con ayuda de las granjas de rehabilitación, sueña con un mejor futuro. Saliendo de la selva de cemento, donde día a día, cientos de vidas se pierden en la drogadicción y el alcoholismo.