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Ambientalistas dicen que sus denuncias en Cartagena no prosperan

Laura Correa, ambientalista, denuncia que los grupos criminales están matando perros con armas blancas, para así entrenarse en su uso y luego cometer delitos.

Publicado:
Actualizado:
Martes, Enero 16, 2018 - 08:45
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Colprensa (Referencia).

Los ambientalistas de Cartagena acusan a la Policía y entidades encargadas de no responder las denuncias de crímenes, acusan que los casos quedan en la impunidad y sin la captura de responsables.
Los primeros días del 2018 se han destacado por la recurrencia de delitos contra el medio ambiente en Cartagena, sin embargo los ambientalistas advierten que las autoridades no responden a las denuncias y los casos, en su mayoría maltrato animal, quedan en la total impunidad porque nunca se conocen las capturas o sanciones.
George Salgado, ambientalista de Cartagena, indicó que la ausencia de multas permite que se siga cometiendo estas conductas “se observa que las autoridades ambientales tanto la local como la regional no hacen lo que tiene que hacer, que es multar y hacer un proceso de investigación conciso y capturar a los responsables, las autoridades saben los casos pero no capturan o multan” 
Para la veterinaria Laura Correa, también ambientalista, esas agresiones muestran que los criminales están usando a los animales para entrenar “hay un problema de fondo, tenemos un problema social, tenemos un problema y es que los criminales están usando a los perros para entrenar y luego cometer los delitos, eso es un aspecto a analizar”
Anderson Blanquiceth, jefe (e) de la Policía Ambiental de Cartagena, dijo que los delitos ambientales pocos los denuncias y eso dificulta su investigación “lo más importante para la policía, nosotros trabajamos en base a lo que nos informan y si no denuncian estamos un poco quedados, pero aquí se está trabajando arduamente todos los casos que tengan que ver con delitos ambientales
Entre los casos denunciados está las precarias condiciones de las pesebreras de Chambacú, donde están los caballos cocheros que recorren el centro histórico; contaminación de la Bahía de Cartagena con sacos de desechos orgánicos; las agresiones de pandilleros a los perros callejeros.