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El presidente de la Cámara Colombiana de Infraestructura (CCI), Juan Martín Caicedo, se sumó a la reciente controversia sobre el futuro del Metro de Bogotá.
Lo anterior, cuando el Gobierno cuestionó que el alcalde, Carlos Fernando Galán, ratificara continuar con el proyecto como está contratado. En particular, Caicedo aseguró que en el contrato de concesión los pagos están fijados, de acuerdo al avance de las obras.
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"Si estas evidencian retrasos, no se hacen los respectivos desembolsos. Los recursos para hacer los pagos contra avance de obra, provienen de diferentes actores del sector financiero, como banca multilateral (BID, Banco Europeo de Inversiones y el BIRF), además de ahorradores en general. Todos ellos apostaron y creyeron en el metro que hoy por hoy se ejecuta en la capital", afirmó.
Sus palabras llegaron luego de que el ministro de Transporte, William Camargo, sentara la posibilidad de hacer modificaciones en el Conpes (el que fija las bases de los recursos). A medios, el funcionario dijo que ello se podría hacer, pues "el proyecto no tiene diseños definitivos aprobados por interventoría (...). Insistimos que podemos todavía rectificar el paso en un error que, en términos de varios expertos, no es lo mejor para Bogotá".
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Sobre el condicionamiento de las vigencias futuras, Caicedo recordó al Estado su responsabilidad de asumir el 70 % del valor completo de la obra.
"Es allí, donde el actual Gobierno no puede dejar de honrar esa obligación soberana que, valga recordar, va hasta el 2048. Así, es claro que el avance de la obra en nada depende del desembolso de vigencias futuras. Si hay retrasos, existen contractualmente mecanismos sancionatorios", añadió.
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