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El 24 de octubre de 1982 se realizó un atentado contra la embajada de Israel en Colombia. Un artículo de prensa de la Revista Semana señala que hubo una primera explosión que luego fue seguida de ráfagas de ametralladoras temprano en la mañana. El objetivo era el embajador Jaime Aron, que para ese momento no se encontraba allí. Hubo un enfrentamiento entre escoltas del entonces ministro Rodrigo Escobar del Gobierno de Belisario Betancourt que evitó una tragedia mayor. Pero los delincuentes usaron dos carros desde donde dispararon con metralletas a la embajada y la explosión la dejó prácticamente destruida. En el contexto, lo que pasaba en el mundo para entonces era ni más ni menos la guerra del Líbano, que había comenzado 7 años antes por la confrontación entre todo tipo de actores religiosos que se estaban peleando por el poder en ese país, especialmente entre musulmanes y cristianos, pero con la llegada de la Organización para la Liberación de Palestina que comandaba Yasir Arafat.
La OLP estaba tomando fuerza y desde el Líbano planeaba atentados terroristas contra Israel. Justo ese año ocurrieron la masacre de Munich, en la que terroristas de septiembre negro secuestraron a competidores olímpicos israelíes en Alemania, asesinando a nueve de ellos, y luego la masacre del aeropuerto de LOD en Tel Aviv, en el que 26 personas fueron asesinadas también por la Organización para la Liberación de Palestina.
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Lo relevante de todo esto es que los artículos de la prensa de ese momento señalan que quien se reivindicó el atentado fue el M-19. Para ir más allá, el propio informe de la Comisión de la Verdad, creada producto del acuerdo de paz con las Farc, estableció que el atentado contra la embajada de Israel fue de autoría del M19 en su capítulo sobre la incidencia de esta guerrilla en el conflicto y el posterior indulto. Esto dice el informe de la Comisión de la Verdad:
“Así mismo, tomó partido en los conflictos palestino - israelí y centroamericano. Fue así como en 1981 atacó la sede de la Embajada de Israel en Bogotá, como muestra de solidaridad con la Organización para la Liberación Palestina, y en 1982, tras la masacre de palestinos en los campos de refugiados de Sabra y Shatila en Beirut, realizó un nuevo atentado contra dicha embajada, utilizando una basuca”, dice el informe.
El informe de la Comisión de la verdad señala también que “los miembros del M-19 se entrenaron en otros países, como la República Árabe de Libia, cuyo primer contacto fue en 1975 cuando Bateman y Vera Grabe viajaron a la cabeza de una delegación guerrillera de distintos países”.
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Para 1982, el presidente Gustavo Petro hacía parte del M-19, al que se había vinculado en 1978 y no estaba en prisión, pues su captura se dio en Zipaquirá en 1985 y allí estuvo hasta 1987. Es decir, que cuando se realizó el atentado del M-19 a la embajada de Israel en Bogotá, el presidente Gustavo Petro hacía parte de ese movimiento y estaba en libertad.
La FM le preguntó a Palacio si el presidente tuvo alguna vinculación directa o indirecta con este hecho en 1982 o si conoció su planeación. En 1990 la guerrilla recibió un indulto con el acuerdo de paz y sus crímenes dejaron de ser perseguidos. Hasta ahora Presidencia no ha respondido.
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