¿Qué tan cierto es que se adelgaza con medicamentos? Esto dice un experto
Riesgos del uso de este medicamento para adelgazar: advertencias de un médico endocrinólogo sobre efectos secundarios y desinformación médica.

Durante una entrevista en La FM de RCN, el doctor Óscar Rosero, médico endocrinólogo, explicó los riesgos asociados al uso de Ozempic, un medicamento diseñado originalmente para tratar la diabetes tipo 2, pero que en los últimos años ha ganado popularidad por sus efectos sobre la pérdida de peso.
Rosero advirtió que aunque se trata de un medicamento eficaz en contextos médicos precisos, su uso indiscriminado para adelgazar puede generar efectos adversos graves y contribuir a la desinformación médica promovida por algunas campañas publicitarias.
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¿Qué tan cierto es que se adelgaza con medicamentos?
“Este medicamento pertenece a la familia de los análogos GLP-1, que son hormonas que regulan el apetito y el metabolismo. Se descubrió que también ayudan a perder peso, pero esto no significa que sea adecuado para todos”, explicó el especialista.
Entre los efectos secundarios que más preocupan al médico, se encuentran la pérdida de masa muscular en lugar de grasa, el aumento del apetito al suspenderlo, y una alta incidencia de eventos adversos: “El 70 % de los pacientes presenta algún tipo de efecto negativo”, detalló Rosero. Entre ellos mencionó pancreatitis, problemas oculares, y en algunos casos reportes de ideaciones suicidas y depresión.
Uno de los puntos más críticos de su intervención fue la advertencia sobre la falta de estudios a largo plazo y la tendencia a recurrir al medicamento sin una evaluación médica adecuada:
“Hoy en día, una persona con obesidad llega a una consulta médica y simplemente le formulan este medicamento, sin intentar antes estrategias con evidencia como cambios en hábitos alimentarios o actividad física”.
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Sobre quiénes sí pueden beneficiarse del tratamiento, Rosero fue claro: “Pacientes con diabetes y obesidad, o personas con obesidad asociada a condiciones como apnea del sueño o artrosis de rodilla, siempre que se haya hecho previamente un proceso de intervención en el estilo de vida y se tenga supervisión médica”.
El especialista también alertó sobre el impacto social de la moda de adelgazar rápido: “Nos estamos centrando en soluciones milagrosas individuales y no en resolver las verdaderas causas de la obesidad desde lo colectivo. El peso ideal no existe. Existe el bienestar”.
Finalmente, cuestionó directamente a la industria farmacéutica y su papel en la creación de campañas que refuerzan estándares estéticos inalcanzables, incluso con el aval de algunas sociedades médicas en países como España: “Estamos viendo un culto al cuerpo perfecto promovido por laboratorios, y no un culto a la salud”.
El mensaje que dejó Rosero para los oyentes fue contundente: Ozempic no es un medicamento para bajar cinco o diez kilos por vanidad. Su uso debe ser informado, responsable y limitado a quienes realmente lo necesitan.