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Motivada por la denuncia de Patricia Casas contra Hollman Morris por violencia intrafamiliar , la periodista María Antonia García de La Torre decidió revelar su propia historia, que también involucra al concejal Morris.
Según García, el hecho ocurrió cuando ella trabajaba en Madrid para el diario ‘El Mundo’, hace ocho años. La periodista quería hacer una nota sobre el documental ‘Impunity’, codirigido por Morris, y decidió contactarlo.
Después de que se encontraron, relata ella, el ahora concejal fue abusivo con ella: “Nos reunimos en un sitio en el barrio Lavapiés y en algún momento en que yo conversaba con él, me agarró a la fuerza, me manoseó y me besó en la boca”, narra García, en su columna de El Tiempo.
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De acuerdo con la periodista, la situación en la que se encontraban no se prestaba para que Morris pensara que podría pasar algo más allá de la entrevista.
“Yo estaba sobria y en una relación de pareja en ese momento y nunca hubo ambigüedad sobre mi razón para estar ahí”, cuenta ella.
“Tampoco estábamos solos, había otras personas a las que Hollman Morris conocía y había invitado. Mi presencia en ese lugar tenía el único fin de hablar con él sobre el documental”, agrega.
Ella decidió irse de inmediato y después de que tomó su bolso, según su relato, Morris intentó de nuevo besarla a la fuerza.
“Después de violentarme de esa manera, decidí irme de inmediato, tomé mi cartera, pero antes de salir, me cogió a la fuerza otra vez y me beso en una segunda ocasión. Salí de allí y caminé hasta mi casa, a unas veinte cuadras de allí, en el barrio La Latina”, narra la periodista.
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García de La Torre explica que no había hablado de este caso antes porque daba por sentado que no la escucharían, pero que ahora lo revela para sentirse bien consigo misma, “sin mayor agenda”.
La periodista también decidió hablar al respecto en respuesta a una columna de Jotamario Arbeláez, titulada ‘Ánimo, Hollman’, que defiende al concejal de la denuncia por violencia intrafamiliar.
Arbeláez, en ese texto, sugiere que los señalamientos contra Morris tienen como objetivo “desaparecerlo del mapa político” e incluso sostiene que “todo es una trama del uribismo”, puesto el abogado Abelardo de la Espriella*, según él, lleva el caso de Patricia Casas.
“De las mujeres ardidas, líbranos Señor, que de los uribistas nos defendemos nosotros. Ánimo, Hollman”, añade Arbeláez.
En respuesta a las palabras ‘mujeres ardidas’, García de La Torre dice: “No soy una ‘mujer ardida’, soy una víctima de acoso sexual y merecía que pidiera mi versión de los hechos antes de crucificarme en público”.
*La afirmación de Jotamario Arbeláez es imprecisa, pues como tal Abelardo de la Espriella no es la persona que lleva el caso de Patricia Casas, sino Carlos Sánchez, un abogado de su firma.
