Iglesia Católica defiende diálogos de paz con ELN y bacrim

El gobierno electo de Gustavo Petro Urrego, en cabeza del canciller Álvaro Leyva, ha sostenido en recientes días un encuentro con los representantes de la Iglesia Católica en Colombia y a quienes les han pedido participar como garante para iniciar diálogos con la guerrilla del ELN y los grupos armados al margen de la ley, con el fin de buscar acuerdos "para la paz total".

De acuerdo con monseñor Héctor Fabio Henao, delegado de la Conferencia Episcopal de Colombia para las relaciones Iglesia - Estado y director del Secretariado Nacional de Pastoral Social, hay voluntad de paz y de encuentro con todas las partes.

Sobre el mismo proceso, el clérigo defendió en La FM que en Colombia cada cierto tiempo se dé una especie de borrón y cuenta nueva para los delincuentes.

“Lo importante es saber de qué manera creamos cultura de paz y respeto por la vida humana, algo que requiere una visión sólida y de lo acontecido en el pasado. Debemos ser capaces de construir procesos que alcancen la superación de los ciclos de violencia recurrentes”, sostuvo.

Además, de acuerdo a monseñor Héctor Fabio Henao, es irrefutable que después del Acuerdo de Paz con las Farc se desarmaron miles de personas.

“No podemos desconocer que se han desarmado un grupo de gente importante que avanzaron en su voluntad de paz, algo que debe ser reconocido por la sociedad”, recalcó.

Narcotráfico conexo a la rebelión

Monseñor Héctor Fabio Henao también se refirió a la conexidad del narcotráfico al delito de rebelión, uno de los temas más polémicos.

De acuerdo a monseñor, el narcotráfico es un desafío enorme para el país y la paz en los territorios, algo que requiere inclusive de una estrategia internacional.

“Las rentas ilegales están sirviendo para darle fuerza a conflicto. La fórmula de la conexidad entre narcotráfico y rebelión no puedo dar un concepto jurídico al respecto porque la iglesia no es experta en eso sino tiene una especialidad en humanidades”, agregó.

Por último, monseñor defendió el papel de los sacerdotes que llevan un mensaje de paz en los territorios más lejanos del país.