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Las autoridades señalaron que se han logrado importantes avances en la investigación sobre el secuestro del niño Lyan José Hortúa, el menor de edad que fue raptado hace algunas semanas, en un caso que inicialmente parecía estar dirigido contra su padrastro, Joshua Suárez.
Sin embargo, nuevas evidencias revelan una compleja red criminal detrás del hecho, vinculada a poderosos capos del narcotráfico del norte del Valle.
Según reveló la revista SEMANA, el secuestro estaría relacionado con una millonaria deuda del narcotráfico que Angie Bonilla, madre del menor, tendría con miembros de una facción criminal liderada por Diego Rastrojo.
La mujer, conocida con el alias de “la Barbie Vanessa”, habría defraudado a estos capos tras quedarse con bienes y dinero por un valor aproximado de 37 mil millones de pesos, pertenecientes a figuras del narcotráfico actualmente extraditadas.
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De acuerdo con testimonios que recoge la revista, el plagio fue planificado durante al menos dos meses, en reuniones sostenidas por varios narcotraficantes de peso en zonas del Valle del Cauca como Zarzal, Cali y Jamundí.
Este bloque criminal, autodenominado La Gran Alianza, estaría presuntamente liderado por Juan Carlos Rivera, alias “06” o “Gitano”, quien también sería cabecilla del grupo criminal 'La Firma' que delinque en el norte del Valle y por quien la Gobernación del Valle del Cauca ofrece 200 millones de pesos de recompensa.
Las investigaciones han señalado que el objetivo original del secuestro era Joshua Suárez, pareja sentimental de Angie Bonilla, pero ante la imposibilidad de concretar el plan inicial, los delincuentes optaron por tomar como rehén al menor de edad generando una ola de indignación nacional.
El caso continúa en manos de las autoridades judiciales.
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