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El próximo 9 de octubre, la Procuraduría pedirá que se reactive la investigación por la muerte del hijo de Jorge Enrique Pizano, testigo clave del caso de los sobornos de Odebrecht, quien también resultó muerto en extrañas circunstancias.
Lo que confirman desde la Procuraduría es que la solicitud se hará ante un juez de garantías de los juzgados de Paloquemao, en Bogotá, y que la solicitud se hará luego de que la Fiscalía General de la Nación negara la petición del Ministerio Público.
Para el organismo de control, existirían suficientes elementos para reabrir el caso, dado a una visita del año pasado que hizo una comisión de la entidad a la residencia en donde se encontró la botella con cianuro con la cual habrían envenenado al hijo del testigo.
La Procuraduría cuestionaría ante el juez las labores de la Fiscalía para no ahondar en las investigaciones, a pesar de que la ley da un plazo de hasta dos años para adelantar unas pesquisas sobre la posible comisión de delitos.
Alejandro Pizano fue encontrado muerto el 10 de noviembre del año pasado, supuestamente tras haber bebido cianuro de una botella de agua que se encontraba en la oficina de su papá. La Fiscalía, en tiempos de Néstor Humberto Martínez, decidió archivar la investigación.
Antes de morir, Jorge Enrique Pizano reveló el supuesto conocimiento que tenía Martínez sobre los sobornos de Odebrecht, en 2015.
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Martínez fue denunciado por la Red de Veedurías luego de las declaraciones de Pizano. La demanda busca determinar si Martínez incurrió en los delitos de encubrimiento y concierto para delinquir en lo que tiene que ver con las irregularidades de contratación de la Ruta del Sol II a cargo de la brasileña Odebrecht.
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