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En medio del escándalo de la Unidad de Gestión del Riesgo (UNGRD), el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, negó que hubiera compra de congresistas o entrega de cupos indicativos, tal y como lo señaló su exasesora, María Alejandra Benavides, ante la Fiscalía.
A su llegada a San Andrés en donde acompañó al presidente Gustavo Petro en un evento, el jefe de la cartera salpicado por el escándalo aseguró que "asumiré la defensa y lo que se esta diciendo tiene mucho de especulacion porque aqui no hay cupos indicativos, ni compra de congresistas".
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Temprano, el presidente también salió en defensa de la gestión del ministro, asegurando que los informes en medio sobre el escándalo que lo salpican son "relatos periodísticos".
Reiteró que la "acusación a Bonilla es injusta" y que "como revolucionario y desde muy joven amé el sentido de la justicia".
"Cuando se trata de destruir alternativas políticas y sueños colectivos de la gente que trabaja y estudia", añadió y dijo que la "misma funcionaria de minhacienda lo sabe".
El escándalo de la Unidad de Gestión del Riesgo tomó otro giro cuando la ex asesora del ministerio de Hacienda, María Alejandra Benavides, aseguró en su declaración ante la Fiscalía que Bonilla sabía de los movimientos en el Congreso para movilizar contratos.
A lo anterior, Petro añadió que "los llamados cupos indicativos, que yo mismo denuncie en el Congreso, en aquel entonces eran hechos por centenares, en donde los congresistas se identificados por códigos secretos en el minhacienda, y en donde se entregaban centenares de miles de millones de pesos, girados a alcaldes amigos de los congresistas, para que estos eligieran los contratistas que iban a darles dinero en efectivo para comprar los votos de sus electores, no es un invento de hoy, y no solo es un delito, sino que es el mismísimo sistema político de Colombia".
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