Millones de personas en Estados Unidos pasan por días difíciles a nivel climático. De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (NWS), al menos ocho millones de ciudadanos se encuentran bajo vigilancia por posibles inundaciones, mientras que otros 31 millones están advertidos por los avisos de los vientos fuertes.
El clima viene mostrando cambios constantes que dejan como saldo lluvias, nevadas y vientos intensos, situaciones que terminan afectando a los conductores, el servicio de energía y la vida cotidiana de muchas personas. Según información de NBC News, las alertas se extienden desde el noroeste del Pacífico, atraviesan las Montañas Rocosas y alcanzan zonas de las llanuras y del medio oeste.
Las áreas que concentran mayor atención están en el noroeste del país, las Altas Llanuras del Norte, las Cascadas y las Montañas Rocosas del Norte, además de estados como Washington, Oregón, Idaho, Montana, Colorado, el norte de California, Nevada y Dakota del Norte. En estos lugares, las autoridades siguen de cerca el comportamiento de los ríos, el estado de las carreteras y posibles afectaciones al servicio eléctrico.

¿Por qué las autoridades piden precaución al viajar?
Uno de los principales mensajes del Servicio Meteorológico Nacional es manejar con precaución por carretera. La entidad explicó que el viento y la nieve pueden generar ventiscas, especialmente en las llanuras del norte entre la noche del miércoles y el jueves. Por esta razón, la visibilidad puede reducirse en pocos minutos, dificultando la conducción y provocando cierres de vías.
Las tormentas de nieve previstas para las Altas Llanuras del Norte también podrían afectar a quienes planean viajes largos. El NWS indicó que estas condiciones hacen que los trayectos sean más complejos y recomendó estar atentos a los reportes oficiales de cada estado antes de salir.
¿Qué zonas concentran el impacto de la nieve y el viento?
En sectores como las Cascadas y las Montañas Rocosas del Norte, se espera una acumulación importante de nieve, lo que podría generar dificultades en la movilidad. La entidad advirtió además sobre posibles fallas en el servicio eléctrico, asociadas a la caída de árboles y al peso de la nieve sobre las redes.

En Colorado, los vientos fuertes y la baja humedad elevaron la atención por el riesgo de incendios, especialmente en zonas cercanas al corredor de la I-25.
Se prevén ráfagas de entre 96 y 128 kilómetros por hora, con picos de hasta 144 kilómetros por hora en áreas montañosas. En Boulder, los vientos podrían alcanzar los 128 kilómetros por hora, mientras que en Denver se estiman ráfagas cercanas a los 77 kilómetros por hora. Otras ciudades bajo seguimiento son Bismarck, en Dakota del Norte; Spokane, en Washington; y Reno, en Nevada, con registros elevados de viento.