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Tras masacre en Orlando, Florida debate sobre adquisición de armas

Geraldine F. Thompson, senadora demócrata por el Estado de La Florida, habló con LA F.m.

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Actualizado:
Martes, Junio 14, 2016 - 10:00

El peor tiroteo en la historia de Estados Unidos reavivó nuevamente el clamor de quienes favorecen un mayor control en la venta de armas de fuego. Pero la masacre de Florida muestra también la magnitud del reto, en un país donde un hombre de 29 años, alguna vez investigado y vigilado por el FBI, pudo cometer un asesinato en masa con un arma comprada legalmente.


 


Como las críticas se han vuelto un ritual tras cada tiroteo que regularmente conmociona a Estados Unidos, el presidente Barack Obama volvió a pedir leyes más estrictas sobre las armas. "Esta masacre es... un nuevo recordatorio de lo fácil que es para alguien conseguir un arma que le permite disparar a personas en una escuela, o en lugar de oración, o en un cine, o en una discoteca", dijo Obama. "Tenemos que decidir si ese es la clase de país que queremos ser", agregó.


 


Era un llamado poderoso. También uno familiar. Un veterano reportero estadounidense estimaba en Twitter que era la 20ª vez que Obama da el mismo mensaje. En el poder desde 2009, Obama fue bloqueado en su intención de frenar la violencia por un Congreso de mayoría republicana y por un poderoso lobby de armas que rechaza cualquier iniciativa para controlar el porte de armas en nombre de la Segunda Enmienda de la constitución estadounidense.


 


El lunes, la Casa Blanca pidió al Congreso aprobar nuevas leyes para impedir que extremistas tengan acceso a armas de asaltoPero los expertos dicen que el bloqueo no está cerca de terminar, pues el control de armas es un asunto delicado en la elección, tanto para republicanos como para demócratas. "Los republicanos que controlan el Congreso se oponen rotundamente a cualquier legislación sobre armas y no le darán a Obama esta victoria en un año electoral", dijo a la AFP Adam Winkler, profesor de derecho en la Universidad de California Los Ángeles (UCLA).


 


Armas de guerra


 


Omar Mateen, el estadounidense de origen afgano que el FBI cree que se radicalizó en línea y que fue investigado en años recientes por presunto extremismo, entró al club Pulse de Orlando temprano el domingo armado con un rifle de asalto AR-15 y una pistola.


 


Cuando el tiroteo terminó, 49 personas habían muerto y 53 estaban heridas. Mateen murió en un intercambio de disparos con la policía. El rifle de asalto AR-15 es el mismo que fue utilizado en la masacre de la escuela primaria Sandy Hook en 2012, en el tiroteo en un cine de Colorido el mismo año y en el ataque en San Bernardino en diciembre pasado.


 


A pocas horas de la masacre, los políticos salieron al paso. La virtual candidata demócrata, Hillary Clinton, criticó el acceso a armas de asalto. "Creo que las armas de guerra no tienen lugar en nuestras calles", dijo a sus seguidores en Cleveland, afirmando que el hecho de que Mateen haya estado alguna vez en una lista de vigilancia del FBI debió haberle impedido comprar armas. "Podemos tener nuestros desacuerdos sobre regulación en seguridad de armas, pero debemos ser capaces de coincidir en ciertos aspectos esenciales", dijo Clinton. "Si el FBI está vigilándote por presuntos vínculos terroristas, no deberías poder ir a comprar un arma sin que nadie te pregunte nada", dijo.


 


Según Gun Violencie Archive, que lleva un inventario de las muertes por arma de fuego en Estados Unidos, 13.429 personas murieron en 2015 y 5.962 en lo que va de este año. Las muertes por armas de fuego incluyendo suicidios ascienden a cerca de 30.000 por año.


 


El sitio de verificación de datos Politifact dijo que desde 1968 más estadounidenses murieron por armas que en todas las guerras de la historia del país. Y aún así, la paradoja: con cada nueva masacre, las ventas de armas suben por entusiastas que corren a abastecerse temiendo restricciones, en un país en el que portar armas es un derecho fundamental para muchos.


 


"Hacérselo más difícil a los criminales"


 


Según sondeos de la Universidad de Quinnipiac, entre 88% y 93& de los estadounidenses apoyan controles universales de historial de armas y más de la mitad apoya una prohibición de las armas de asalto. Mientras el debate está en un punto muerto a nivel federal, algún progreso tiene lugar local y estatalmente, dice Laura Cutilleta, abogada senior del Law Center to Prevent Gun Violence (Centro Legal para Prevenir Violencia de Armas).


 


Desde la masacre de la escuela Sandy Hook, varios estados del país han restringido el acceso a armas a aquéllos que sufren de enfermedades mentales o tienen un historial de violencia doméstica, dice.


 


Pero Winkler cree que la legislación solo puede llegar hasta allí a la hora de detener potenciales atacantes. "No estoy segura de que una nueva ley hubiera podido prevenir la masacre de Orlando", dijo. "Todo lo que puedes hacer es hacérselo más difícil a los criminales".


 


Se estima que tres millones de armas semiautomáticas están en circulación en Estados Unidos. Pero incluso prohibirlas no necesariamente resolverá el problema, dice Winkler, ya que una simple pistola puede causar daño también.


 


Por su parte, Cutilleta apunta a Florida como un ejemplo de la disfuncionalidad del actual sistema. "En Florida, no hay ninguna revisión de historial si no compras un arma con un vendedor autorizado", dice. "Entonces, si estás vendiendo en un show de armas, no tienes que pasar por una revisión del historial".


 


Pero ni los controles fueron suficientes para detener a Mateen. Ed Henson, propietario de la tienda de Florida donde Mateen compró el rifle, contó a CNN que éste había pasado la revisión del historial criminal. "Una persona malvada vino aquí y nos compró legalmente un arma de fuego", dijo Henson. "Y si no la hubiera comprado aquí, la habría conseguido en otra parte".


 


Geraldine F. Thompson, senadora demócrata por el Estado de La Florida, habló con LA F.m.


 


Fuente:
Sistema Integrado Digital