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Ante la actual crisis económica que se presenta en Venezuela, el expresidente uruguayo José 'Pepe' Mujica señaló que la culpa no es del mandatario Nicolás Maduro, argumentando que la situación que se vive en ese país obedece a una especie de enfermedad holandesa.
"Lo que está sucediendo en Venezuela no es culpa de Maduro (...) la riqueza petrolera de Venezuela en el largo plazo terminó constituyendo una especie de veneno para la sociedad venezolana, al deformar la economía. El ingreso masivo de las divisas, con altos precios internacionales del crudo, hizo que los venezolanos se acostumbren a vivir de cosas importadas", dijo Mujica en entrevista con Sputnik, medio de servicio internacional de noticias.
De acuerdo al exmandatario, dicho modelo económico terminó "destrozando" sectores relacionados con la industria agropecuaria, por lo que, según él, Maduro no podrá resolver el problema de la escasez de comida "porque no se inventan agricultores".
"En el campo venezolano no hay nadie, no hay una cabeza de ganado, no hay nada. Cuando se produce la crisis del precio del petróleo, Venezuela queda descalza porque no tiene producción interna de comida y eso no se arregla por arte de magia", dijo Mujica.
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Sin embargo, Mujica dejó claro que lo vivido en Venezuela no es culpa de Estados Unidos, tal como lo han querido mostrar los chavistas. "En el mundo existe la idea conspirativa de que hay intereses de potencias que se mueven en todo esto; no tengo duda que eso puede suceder, pero no creo que sean la causa. Nuestros problemas internos son los que crean condiciones a favor del trabajo de las agencias externas".
El mes pasado Mujica abandonó su cargo como senador en Uruguay, argumentando motivos personales y "cansancio de largo viaje".
En una entrevista con EFE el expresidente también señaló que dejaba su escaño porque quería tomarse una "licencia" antes de morirse, dada su avanzada edad.
"Veo que tengo 83 años y me voy acercando a la muerte. Quiero tomarme licencia antes de morirme, sencillamente, porque estoy viejo. Hay un tiempo para venir y otro para irse y así como se caen las hojas de los árboles también nos caemos nosotros. La vida continúa, no es tan importante", confesó en su momento Mujica.
